L a Agencia Federal de Inteligencia (AFI) no es ajena a los cambios que se hicieron en el Gobierno en el último mes. El organismo dirigido por Gustavo Arribas, el señor 5, y Silvia Majdalani, la señora 8, tiene, desde mediados de junio, un nuevo director de Contrainteligencia, un puesto clave y trascendente debido a que, durante toda la década de los ‘90 y hasta el 2015 esa área fue la especialidad de Antonio Stiuso, el jubilado espía que fue expulsado de la entonces SIDE, tras pelearse con Cristina Kirchner y luego de brindar una entrevista a NOTICIAS.

Antes de continuar es importante aclarar que la AFI fue consultada de manera formal para esta nota para chequear la información y luego de confirmar el dato, la subdirectora Majdalani advirtió: “Es un puesto muy sensible y no puede revelarse su identidad y tampoco publicarse su foto. Si se infringe la Ley de Inteligencia podría haber lugar a demandas”. Hecha esta salvedad, el nuevo director de Contrainteligencia será llamado “Señor MC”, en referencia a las iniciales de su nombre y se evitará publicar su imagen.

El Señor MC trabaja en la ex SIDE desde hace 18 años, hizo toda su carrera en contrainteligencia, estudió Comunicación Visual y además hizo cursos de árabe e inglés en la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI).

Tuvo un paso por el área de contraterrorismo, se desempeñó en la delegación de Ezeiza y también trabajó con agencias de inteligencia del extranjero.

En el universo de los espías a estos se les llama: servicios colaterales. El motivo principal de su ascenso se debe a que el hasta ahora director de contrainteligencia Diego Dalmau Pereyra será enviado a la delegación de Chile, en reemplazo del fallecido José Canda, un histórico agente que murió hace un año.

Las razones recogidas por esta revista para explicar la salida de Dalmau Pereyra, son dos: la primera habla de un desgaste por parte del agente y que para darle un descanso decidieron enviarlo a una embajada donde la carga cotidiana de trabajo es mucho más liviana.

La segunda explicación habla de una pelea con Darío Biorci, el cuñado de Majdalani, quien se desempeña como jefe de Gabinete de la Señora 8 y uno de los hombres con mayor poder dentro de la AFI.

Si se tuviese que explicar con lógica política, la historia argentina ha demostrado que los traslados a embajadas suelen ser salidas diplomáticas para conflictos con funcionarios.

Al propio Stiuso, allá por finales del 2014 y antes de echarlo, Oscar Parrilli le había ofrecido ir como delegado de inteligencia en la embajada de Egipto. Luego Nisman denunció a Cristina Kirchner y todo se desmoronó.

Ascenso. El Señor MC se desempeñaba como subdirector de Contrainteligencia y eso explica su ascenso. Al irse el director, el siguiente en la jerarquía asciende.

Este gesto es un mensaje para los agentes profesionales, quienes toman en cuenta que los ascensos sigan una coherencia con las carreras, como sucede en instituciones como la Policía Federal o el Ejército. Al margen de esta buena señal de la AFI, la pregunta que surge es ¿Cómo llegó el Señor MC a este lugar destacado?

Cuando el Gobierno macrista desembarcó en la AFI, se encontró con un lugar casi desmantelado. Muchos agentes de carrera habían sido echados y otros renunciaron, producto de la pelea entre Stiuso y Cristina Kirchner, por lo que resultaba difícil encontrar gente de confianza o profesional para trabajar. Dalmau Pereyra gozaba de la confianza de Majdalani porque ya la conocía de la Escuela de Inteligencia, donde él había sido profesor y ella alumna, cuando la entonces SIDE estaba a cargo de Héctor Icazuriaga y Francisco “Paco” Larcher.

La relación con el Señor MC también habría nacido en aquellos años, cuentan ex agentes de la AFI. El Señor MC estaba asignado a la base de Ezeiza y solían pedirle que brindara “asistencia” a la señora Majdalani cuando volvía del exterior. Los correveidiles aeroportuarios recuerdan que, a veces, esos viajes los hacía con Viviana Peña, la esposa de Larcher.

El rol del Señor MC por aquellos años era “asistir” a las recién arribadas para que su paso por los controles en Migraciones y Aduana fuera más rápido. La “asistencia” que daba la SIDE era hacerlos pasar por los circuitos destinados a diplomáticos y tripulación para ahorrar tiempo. Algunos agentes maliciosos solían referirse a Majdalani y Peña como “las bagalleras”, por la cantidad de perfumes y ropa que, se decía, traían del exterior.

El Señor MC fue relevado de la base del aeropuerto de Ezeiza en el 2015 cuando se filtró en los medios un video del entonces fiscal Alberto Nisman, mientras caminaba por el aeropuerto, tras regresar de sus vacaciones en Europa. Por esa filtración removieron a todos los agentes de esa delegación y él se resguardó en la Escuela de Inteligencia.

Desafío. La relevancia del cargo de director de Contrainteligencia es importante debido a que es quien se encarga de liderar al grupo de agentes que controlan las actividades de inteligencia que hacen otras personas, empresas o agencias extranjeras en suelo argentino. Son quienes espían a los espías.

Todo esto, por supuesto, con el fin de proteger la defensa nacional y la seguridad interior. Aunque no siempre es así. Este año, la mediática Natacha Jaitt ventiló que había espiado a políticos, famosos y periodistas por pedido de la AFI. A esa versión quedó vinculada la periodista del portal Infobae Ana Polero, quien se desempeñaba al mismo tiempo en la AFI como agente bajo las órdenes de Eduardo Miragaya.

Todo quedó expuesto en el prime time de la televisión y dejó en ridículo al servicio de inteligencia argentino ante sus pares extranjeros. Uno de los principales trabajos del Señor MC será recuperar la confianza de, como ellos los llaman, los “servicios colaterales”. Suerte.

Por Rodis Recalt-Noticias