Hoy 22 de julio se conmemora este día para reconocer la labor de millones de mujeres que realizan diversas tareas en los hogares sin recibir un sueldo. Organizaciones feministas destacan que esto” no es amor, sino trabajo no pago”.

Lourdes González, Directora en sensibilización y promoción de derechos de la Sub. de políticas de género y diversidad sexual del Ministerio de Mujeres y Diversidad, brindó su opinión sobre el tema para MdpYa:  “El trabajo doméstico es socialmente reconocido como las tareas que se realizan dentro del hogar, que abarca el cuidado de niñez y adultos mayores, la elaboración y preparación de alimentos y tareas de limpieza que durante la historia de nuestra sociedad no fueron reconocida con una remuneración.”

Lourdes señaló que estos mandatos patriarcales fueron naturalizados a lo largo de la historia, y es por eso que ahora “hacemos hincapié en la  necesidad de que cada una de las mujeres que trabajan en sus hogares sean reconocidas como trabajadoras.”

También manifestó que es necesario el reconocimiento salarial para las mujeres que trabajan en comedores y merenderos. “Ellas brindan muchísimas horas de su tiempo, no sólo en la elaboración y preparación de los alimentos para los barrios populares, son ellas también las referentas ante dudas o problemáticas en el barrio, en situaciones de inundaciones o tormentas son quienes se organizan para dar respuesta a la comunidad,” indicó.

Por estos motivos pidió el reconocimiento salarial bajo el proyecto de la Ley Ramona, presentada por el Diputado Leonardo Grosso, ya que estas mujeres “realizan un esfuerzo muy grande, porque ponen su tiempo, su voluntad, su trabajo y dinero de su bolsillo para toda la comunidad”.

Sobre el contexto social de pandemia, detalló que hay muchas dudas e inseguridades en la comunidad, sin embargo son las responsables de comedores y merenderos quienes despiertan la solidaridad y la organización social.

Sin dudas el reconocimiento del trabajo doméstico es una lucha que llevan a cabo millones de mujeres en todo el mundo, para que la casa sea una tarea de hombres y mujeres, y no un espacio que siga encadenando a cientos de generaciones de mujeres.

Lara E. Franco – Redacción MdpYa

Fotografías: Esteban Lago