En el paraje Cabeza de Toro del departamento Copo, nordeste de Santiago del Estero, hallaron a un niño de 10 años ahorcado en un árbol cerca de su casa.Todo se precipitó a las 15:50, al informarse que el pequeño había sido descubierto con signos de sofocación.
Urgente, el fiscal de turno, Santiago Bridoux, conformó un equipo de policías, entre personal de la Seccional Nº 22 (de Monte Quemado), más de la División Criminalística que se plegaron a sus pares de San José de Boquerón.
Todo cuanto giraba en torno a la muerte del chiquito generaba desazón entre familiares, amigos y vecinos. Tras imponer una férrea veda verbal, el fiscal ordenó que nadie tocara el cuerpo para no contaminar la escena del hallazgo.
El equipo de trabajo arribó poco después de las 18 y los hombres de Criminalística preservaron todo. Fueron secuestrados objetos; también, se tomaron fotografías en el lugar y los policías recibieron también las primeras declaraciones testimoniales.
Abstrayéndose de diferentes versiones, hasta una que aludía al suicidio, el fiscal instó a los policías a recoger el cuerpo y remitirlo a la morgue judicial. Después, facultó al traslado del cuerpo para que hoy sea sometido a la autopsia en el Centro Integral de Salud Banda.
Mientras tanto, los policías trabajaban detrás de una especie de autopsia psicológica, trascendió. En esencia, en las primeras horas de la investigación se procuraba recrear y desandar las últimas horas de la víctima.
A tal fin, declaraban familiares, amigos y vecinos que lo habrían visto al menos en las últimas 48 horas, enfatizaron los voceros cercanos a la causa.
Según fuentes confiables, hay una persona demorada y sería pariente del menor. Todos los familiares fueron indagados, mientras el cuerpo del menor fue trasladado a la morgue de La Banda, en donde esta mañana se realizaba la autopsia. Los investigadores señalaron que próximas horas serán clave en el avance de la causa, ya que se secuestraron varios elementos del domicilio, entre ellos teléfonos celulares. Su familia habría estado involucrada en un conflicto por tierras.
Trascendió que se tomó testimonio de los vecinos de la zona, quienes coincidieron en que el niño no se mostraba triste y que era muy feliz, viviendo con sus abuelos.