Así lo aseguró Facundo Barrionuevo, miembro de la coordinación de los Comités Barriales de Emergencia. Ante el retroceso a fase 3 y la propagación del virus, exigen desde el sector que el Estado garantice la provisión alimentaria.

A lo largo de la cuarentena, los Comités Barriales de Emergencia se organizaron para dar respuesta a diversos barrios de Mar del Plata-Batán, ante la imposibilidad de miles de familias de poder trabajar, de acceder a elementos de limpieza o de poder garantizar el alimento.El inicio de la primavera y los contagios que no merman, exigen nuevas estrategias y responsabilidades al gobierno local,” señaló el referente de la organización, compuesta por instituciones, organizaciones comunitarias, UNMDP y FASTA, entre otros.

Los 31 comités reúnen a 75 barrios del Partido de General Pueyrredón, a su vez organizan 5 Mesas de trabajo especiales (alimentaria, salud, de género, acceso a la Justicia y derecho a la Ciudad).  También abarcan algunas áreas que se van “desplegando lentamente” como cultura y niñez y equipos técnicos que buscan datos y mapeo, logística, articulación con la UNMDP, audiovisuales, documentales, prensa y comunicación.

“El último relevamiento de comedores y merenderos dio el resultado de 369 centros comunitarios activos, un total de 41.285 viandas semanales y 2912 voluntarias y voluntarios,  de los cuales en su 70% son mujeres,” explicó Facundo Barrionuevo, miembro de la coordinación y parte de la Corriente Peronista Descamisados.

El sistema de distribución de alimentos está organizado en 4 zonas que abarcan los CBE según su cercanía, para garantizar la logística. A partir de este sistema, se han distribuido alrededor de  16 toneladas de alimentos frescos semanales, cerca de 10 toneladas mensuales extras de no perecederos provenientes de Nación y la Provincia, 800 litros semanales de leche líquida de la Cooperativa Nuevo Amanecer y un aporte muy importante de agua mineral de una empresa local, contó Barrionuevo a MdpYa.

“Venimos constatando que los alimentos frescos provenientes de las donaciones y algunas compras que articula el Municipio, alcanzan con suerte para aportar a no más que una o dos comidas en los comedores. En este contexto de pico de casos, muchos centros comunitarios han pasado a armar bolsones para las familias aisladas viendo así mermadas las cantidades de alimentos que se destinaban al armado de viandas. No llegamos a garantizar de esta manera como era el objetivo, una vianda por día por persona,” denunció el referente de los CBE.

Lara E. Franco – Redacción MdpYa.

Fotografías: Esteban Lago