La iniciativa apunta a “generar cultivos y preparados de cannabis para investigaciones en salud pública”, confió la bióloga e investigadora de Conicet Gabriela Calzolari, integrante de la organización Ciencia Sativa.
El Ministerio de Salud aprobó el proyecto de cultivo de cannabis con fines de investigación médica y científica del Centro Regional Patagonia Norte del INTA y la Asociación Asociación Civil Ciencia Sativa que se llevará adelante en la localidad de Guerrico, Río Negro, convirtiéndose en la tercera iniciativa en tener luz verde tras la aprobación de la ley en 2017.
La resolución, que lleva el número 526/2021 y fue publicada este lunes en el Boletín Oficial, “era clave para poder continuar hacia la siguiente etapa que es pedir al Instituto Nacional de Semillas (INASE) la autorización para la importación de semillas y de esa manera comenzar a cultivar”, explicó a Télam la bióloga e investigadora de Conicet Gabriela Calzolari, integrante de la organización Ciencia Sativa.
El proyecto, según indicó la resolución, tiene como objetivo “generar material floral para diferentes tipos de investigaciones y fitopreparados de calidad para diversos síntomas y patologías, a adaptación de variedades en las condiciones de Patagonia Norte y generar un banco de germoplasma”.
“En principio lo que buscamos es generar cultivos y preparados de cannabis para investigaciones en salud pública; la idea de cultivar para producir fitopreparados (aceite, cremas o tinturas) para comercializar no está en esta primera etapa; pero una vez que ANMAT apruebe lo que elaboremos para las investigaciones puede llegar suceder”, explicó.
Calzolari detalló que “las semillas se importarán de Colombia, Estados Unidos y España” y que “también se buscará trabajar sobre la genética de las cepas para que puedan adaptarse a las condiciones propias de este clima”.
Además, como Argentina no cuenta con un cultivo propio para que las instituciones públicas puedan investigar, “la idea también es realizar un banco de semillas”.
El cultivo se realizará en dos hectáreas en la localidad rionegrina de Guerrico, cercana a las ciudades de Allen y Roca, en un predio sobre el cual la ONG estuvo trabajando junto al Centro Regional Patagonia Norte del INTA en el acondicionamiento de la seguridad con la instalación de cercos perimetrales, cámaras y alarma.
Se trata del primer proyecto de cultivo de una organización cannábica en vinculación con el INTA aprobado por el Ministerio de Salud.
“Ciencia Sativa surgió en 2018, tras la aprobación de la ley, entre un grupo de personas que veníamos militando la legalización del cannabis medicinal y que creíamos necesaria esta articulación entre activismo y ciencia para investigar y difundir información sobre la planta de cannabis y otras plantas medicinales”, describió la bióloga.
Calzolari, que recibió recientemente una beca de Conicet para el estudio de cannabis en el contexto de este proyecto, señaló que “en esta planta el conocimiento se generó en la sociedad entre quienes la cultivaron por años en la clandestinidad y fueron perseguidos; el trabajo con científicas y científicos permitirá fortalecer esos conocimientos y formalizarlos”.
“El rol de la sociedad y de las organizaciones en este proceso es clave, sobre todo teniendo en cuenta que todavía hoy sigue vigente la ley de Estupefacientes”
BIÓLOGA GABRIELA CALZOLARI
En 2017 se aprobó en Argentina la ley 27.350 de Investigación Médica y Científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados producto de una larga lucha de la sociedad civil.
El año pasado se modificó la reglamentación para avanzar en aspecto centrales como la producción pública de aceite de cannabis, el autocultivo controlado, la ampliación de especialidades médicas para su prescripción (antes sólo contemplaba epilepsia refractaria) y la creación de un nuevo registro de pacientes.
Tras la aprobación de la ley, sólo se aprobaron dos proyectos para cultivo: en febrero de 2019 la entonces Secretaría de Salud y el Ministerio de Seguridad autorizaron el cultivo de cannabis en la provincia de Jujuy en la finca El Pongo, que actualmente se encuentra produciendo aceite en el laboratorio Cannava.
La segunda autorización se dio en enero de este año, a través de la resolución 2983/2020, cuando el Ministerio de Salud aprobó el proyecto de cultivo de cannabis “con fines de investigación médica y científica a desarrollarse en la empresa con participación estatal mayoritaria Biofábrica Misiones S.A. de la ciudad de Posadas”.
Además, a fines de enero se anunció el primer acuerdo público-privado entre el INTA y la compañía de capitales privados Pampa Hemp para la investigación científica y el cultivo local de cannabis para fines medicinales en un predio en la localidad bonaerense de Pergamino, que sería el primer paso para presentar el proyecto y pedir la aprobación en Salud.