Los aberrantes hechos ocurrieron dentro del Barrio 31. “No los reconocía como personas, para él fueron cosas que sirvieron para desplegar sus deseos sexuales”, dijeron durante el juicio.

Uno de los delitos más aberrantes es sin lugar a dudas el abuso de menores y son cada vez más los casos que salen a la luz.

Este martes se conoció la historia de un profesor de fútbol de 49 años, que captaba pibitos dentro del Barrio 31 con el supuesto fin de que se distraigan haciendo deportes, pero que en realidad, la intención del depravado era abusar de ellos. El sujeto fue detenido tras la denuncia de vecinos y familiares de las víctimas.

Es por eso, que durante esta jornada, la fiscalía solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 29 que se lo condene a 24 años y 6 meses de cárcel.

Para el fiscal Sandro Abraldes, el hombre se abusó de su profesión para avasallar a las víctimas y aseguró que a las mismas “no las reconoció como personas, fueron para él cosas que sirvieron para desplegar sus deseos sexuales”.
El representante del Ministerio Público Fiscal consideró que el entrenador de fútbol infantil, debía ser condenado por al menos lo sucedido con tres víctimas y lo acusó por como responsable del delito de “abuso sexual agravado con acceso carnal” y “corrupción de menores”.

Dos de los ultrajados son hermanos y realizaron su declaración mediante Cámara Gesell mientras que el otro chico declaró durante el proceso dado que ya había cumplido la mayoría de edad cuando comenzó.

La fiscalía contó con informes psicológicos y psiquiátricos realizados por los informes del Cuerpo Médico Forense, que dieron cuenta de la solidez de los relatos y cómo habían resultado afectados los niños por estos abusos.

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