El Índice de Precios al Consumidor se disparó un 4,8 por ciento en marzo, el nivel más alto desde que Alberto Fernández asumió la presidencia y el mayor desde septiembre de 2019. El aumento elevó a 13 puntos la inflación en lo que va del año y a 42,6 la suba de los últimos doce meses.
Al respecto, el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) de Mar del Plata, presentó los datos del Índice Barrial de Precios (IBP) del mes de marzo, arrojando un aumento del 4,38% intermensual para la Canasta Básica de Alimentos. Sostienen que estos incrementos son el motivo principal del crecimiento de la pobreza.
“Lamentablemente se han registrado fuertes aumentos una vez más, los cuales van empujando el crecimiento de la pobreza. Hemos encontrado un crecimiento en la Canasta Básica de Alimentos intermensual del mes de febrero a marzo del 4,5%”, manifestó Rodrigo Blanco, director del Isepci, en declaraciones a elmarplatense.
Según el Índice Barrial de Precios (IBP) de Mar del Plata, durante marzo de 2021 una familia tipo (compuesta por dos adultos y dos menores) necesitó $53.416,21 para poder costear la Canasta Básica Total (CBT) que incluye, además de los alimentos, la vestimenta, el transporte, la salud, la educación; mientras que la Canasta Básica de Alimentos (CBA) para una familia tipo se ubicó en $22.349,88.
“En el análisis del aumento bimestral de enero a marzo hemos encontrado fuertes aumentos en determinados rubros, como almacén con casi un 10% de aumento en dos meses y en el caso de las carnicerías un 7%, fundamentalmente empujados por algunos productos en particular como la paleta, como el pollo, que han aumentado entorno al 13% en dos meses”, detalló.
“En el caso del aceite nos encontramos con un aumento del 30%, en el caso del rubro almacén, seguido por el arroz con el 16,5%, todos aumentos que van muy por encima del promedio del aumento de los alimentos y muy por encima del aumento de la inflación general de la economía, impactando de manera importante sobre todo en aquellos sectores o familias que dependen de un ingreso relacionado a un salario, subsidio o programa de empleo del Estado”, aseguró Blanco.
El punto más sensible en relación a la inflación son los aumentos de precios de los alimentos, que elevan el valor de las canastas básica y alimentaria. Como los ingresos populares no logran hacerlo en igual proporción, los índices de pobreza e indigencia reflejan una situación social cada vez más delicada.
“Desde el Isepci entendemos que esto viene empujando en forma muy importante el crecimiento de la pobreza. Tenemos una ciudad con un 41,1% de pobreza en el ultimo semestre del 2020 y esto no se debe únicamente a situaciones que trajo puntualmente la pandemia. Evidentemente también viene impactando en forma muy seria este incremento permanente de los precios de los alimentos y productos esenciales”, subrayó.
Para la mayoría de los analistas, la inflación de abril volverá a ubicarse en niveles cercanos a los del período enero-marzo. Algunos se animan a arriesgar otro 4%, en tanto que otros prefieren hablar de un piso de 3,5%. De cualquier manera, ninguno proyecta cifras como las esperadas por el Gobierno, que pautó un 29% en el Presupuesto 2021.
“Cuando uno pone estos datos proyectados en forma anual, estamos hablando de que podemos llegar a tener más de un 50% de aumento en los precios de los alimentos, cuando la inflación proyectada por el gobierno es del 29% y cuando vemos las paritarias que van cerrando algunos pocos gremios en porcentajes muy inferiores”, afirmó el titular del Isepci.
“Desde el Isepci hemos realizado un estudio donde analizamos el impacto de la ‘Tarjeta Alimentar’ y encontramos que había resultado una ayuda muy importante para muchas familias, fundamentalmente en el marco de la pandemia que atravesamos, pero que no llegaba a cubrir las necesidades alimentarias mensuales de cada una de las familias que relevamos”, remarcó Blanco.
“A su vez esa ‘Tarjeta Alimentar’ estuvo congelada en su precio desde su lanzamiento hasta fines del año pasado, con lo cual fue disminuyendo mes a mes su poder de compra en las familias que resultaron beneficiarias”, señaló.
“Lamentablemente se viene erosionando cada vez más el poder de compra y no existe ninguna política que el gobierno haya implementado que haya tenido un real efecto en la góndola. Han habido ‘precios cuidados’, ‘precios máximos’, el acuerdo de precios para congelar el precio de las carnes con frigoríficos y supermercados, pero en ningún caso encontramos que se evidencien impactados en la góndola al momento de realizar el relevamiento mes a mes en 120 comercios de cercanía en barrios de Mar del Plata y Batán”.