Madres privadas de libertad que se encuentran alojadas en diez cárceles bonaerenses comenzaron a transitar vía remota y de manera simultánea un taller denominado “El juego como herramienta de aprendizaje en la crianza”, con el objetivo de fomentar el vínculo con sus hijos.

La experiencia comenzó este miércoles y se desarrolla en las Unidades 3 San Nicolás, 4 Bahía Blanca, 5 Mercedes, 8 y 33 Los Hornos, 13 Junín, 46 y 47 San Martín, 50 Batán y 54 Florencio Varela, todas dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

La iniciativa cuenta con el aval del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y de la Dirección General de Asistencia y Tratamiento del SPB, y se concretó a través de la gestión de la Dirección de Niñez en Contexto de Encierro del SPB y la Fundación PRASAM, que promueve los derechos de los niños.

Los talleres se dictarán en forma semanal bajo modalidad virtual para las madres en contexto de encierro de distintas unidades penitenciarias que mantienen contacto con sus hijos. Asimismo, en los encuentros se brindarán herramientas lúdicas para facilitar el apoyo de la crianza de las progenitoras, y se potenciarán los espacios de escucha y reflexión, centrándose en el juego para el fortalecimiento de los vínculos.

La jornada inaugural, llevada a cabo este miércoles, contó con la presencia de la directora de Niñez en Contexto de Encierro, Andrea Bartolomé, el presidente de PRASAM, Daniel Rosenberg, junto a miembros de la fundación, y las coordinadoras del taller Gabriela Gieco y Verónica Pérez Calvano. Además, estuvo presente la licenciada en Terapia Ocupacional, Teresa Iribar, y privadas de libertad y personal penitenciario de las cárceles mencionadas.

Este primer encuentro se desarrolló bajo una dinámica en la que todas las mujeres pudieron participar y relatar sus propias experiencias de juegos. Además, pudieron opinar en relación a las distintas láminas proyectadas por las talleristas.

Verónica Pérez Calvano indicó que “partimos de la base de que el juego es un derecho fundamental y la mejor manera de jugar y disfrutar es con la mamá (…)”. En tanto, desde la Dirección de Niñez en Contexto de Encierro explicaron que “el proyecto ya se dictó el año pasado y debido a la excelente repercusión que ha tenido se vuelve a realizar a pedido de las internas madres, ya que les ha brindado herramientas de acercamiento a través del juego”.

Desde la fundación PRASAM sostuvieron que “el encierro, si bien limita muchas posibilidades de crianza, no anula las alternativas para que de algún modo se siga sosteniendo. Es por ello, que pensando desde un lugar de gratificación para ambos (madre-hijo), es importante acercar el juego como herramienta para andamiar el desarrollo evolutivo de los niños, logrando así un efecto positivo en el vínculo de ambos”.

Este primer taller finalizó con la construcción de una reflexión conjunta, en relación a una lámina ilustrada con la frase: “Los niños necesitan la libertad y el tiempo para jugar, jugar no es un lujo, es una necesidad”, de Kay Redfield Jamison.