El Gobierno argentino decidió expulsar al detenido exmilitar chileno Walter Klug Rivera, quien ingresó en forma ilegal al país y está acusado del homicidio calificado de 23 personas y otros delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, informó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
“Hemos dispuesto la expulsión del ciudadano chileno Walter Klug Rivera, que ingresó a Argentina de forma ilegal escapando de la justicia de su país, donde se lo acusa del homicidio calificado de 23 personas durante dictadura de Pinochet”, informó De Pedro a través de la red social Twitter.
Agregó que “Klug Rivera tiene además una notificación roja de Interpol para su detención por delitos de lesa humanidad”.
El ministro destacó que “con esta medida, la República Argentina reafirma su compromiso con el ejercicio pleno de los Derechos Humanos, la justicia y el orden internacional”.
Klug Rivera -condenado en Chile por delitos de lesa humanidad- había ingresado a la Argentina a principios de este mes con un pasaporte alemán, y fue seguido desde entonces por las autoridades hasta que lo detuvieron este fin de semana.
Luego del golpe de Estado de 1973 en Chile, liderado por Pinochet, Klug Rivera, quien entonces era un teniente de 23 años, organizó un campo de detención y tortura en las caballerizas del Regimiento de Infantería N°3 de Montaña en Los Ángeles, informó el Diario UChile.
“Sobrevivientes de dicho campo de torturas describieron a Klug como ‘particularmente brutal y sádico’. De acuerdo a diversas organizaciones, la mayoría de los cien desaparecidos de la región del Biobío pasaron por ese campamento”, añadió la información.
También indicó el medio trasandino que “el abogado presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Carlos Margotta, valoró la noticia porque ‘pone termino, satisfactoriamente, a una situación muy compleja que se ha vivido en Chile producto de la desidia e indolencia de los tribunales de no garantizar que este famoso criminal, que ya se había escapado en otra oportunidad, tuviese todas las restricciones propias de una persona condenada por crímenes tan graves'”.