El docente, gestor cultural y comunicador Sebastián Echarry, opinó sobre la gestión del gobierno de Guillermo Montenegro en Mar del Plata.
En el plano local no se aplicó una política cultural que conciba la participación de amplios sectores de la comunidad, sino que se instaló una política del “food trucks” durante el último verano, puesta que no alcanzó para paliar la crisis en el sector, consideró Sebastián Echarry, músico, gestor cultural, docente y comunicador.
“Montenegro dejo en claro que su característica neoliberal fue refrendada con sus acciones de gobierno, en donde se le dio principal prioridad a los sectores más concentrados del poder con distintos mecanismos y dispositivos, y a beneficiar al empresariado de la ciudad”, explicó el Presidente de la UNMAR (Unión de Músicxs de Mar del Plata) y miembro del movimiento Mayo.
Montenegro en Mar del Plata tiene una tendencia a la privatización de los espacios públicos. Un ejemplo de esto es el intento de privatización de la Plaza del Agua, algo que a través de la resistencia de la comunidad organizada no se pudo llevar a cabo hasta el momento.
Sobre el sector cultural aseguró que: “se vio totalmente afectado por la pandemia y por el desfinanciamiento que propuso Montenegro con la subejecucion del presupuesto 2020 en un 20%. Esto para la política cultural es gravísimo porque de 500 millones de pesos quedaron 100 millones sin ejecutar, en el marco de una emergencia cultural que tuvo su origen en la paralización de la actividad por la pandemia y en la dificultad del retorno a la actividad con aforos completos” .
Otro punto que destacó el presidente de UNMAR fue la falta de articulación con sectores de la comunidad, no sólo en lo cultural sino también en lo relacionado a otros ámbitos. Por este motivo aseguró que el gobierno local tuvo la oportunidad de resolver un problema estructural como el tema del transporte, sin embargo generó un proyecto que deja mucho que desear, “beneficia a los empresarios del transporte y extiende las penurias de los usuarios por décadas”.
“Le dio la espalda a los pedidos, exigencias y necesidades de la gente, usuaria del transporte. Incluso la suba que se dio desde la asunción de Montenegro ha sido uno de los más altos en los últimos 20 años, en referencia al tiempo y al porcentaje de aumento del boleto del transporte público de pasajeros,” aseveró a MdpYa.
La prioridad estuvo puesta en el sector concentrado de poder, pero este punto no es llamativo, remarcó, ya que lo mismo ocurre con Rodríguez Larreta en capital. “Montenegro viene de ese mismo riñón político”, destacó.
Sobre el sistema de salud, afirmó que durante el último año y medio se acotaron los horarios de atención en las salas municipales, produciendo un grave problema a las y los vecinxs de la ciudad.
Respecto al panorama en los barrios, contó: “Hubo una limitación de los aportes a los comedores barriales en varios momentos de la pandemia, también al apoyo a los Comités Barriales de Emergencia. Desde Desarrollo Social no se respondió con la celeridad y con una respuesta cualitativa a la etapa que nos tocó vivir como comunidad, con un récord en cantidad de pobres y de indigentes en el Municipio de General Pueyrredón.”
Por último, aseguró que en estos momentos se enfrenta una estética del discurso que plantea una cuestión cordial y el acercamiento a la clase media, sin embargo se necesita una “ética en la acción” que hoy se ve ausente respecto a las necesidades profundas y concretas que tiene la comunidad.
Lara E. Franco – Redacción MdpYa
Fotografía: Angie Barbadillo