El ministerio de Salud lanzó el Plan Nacional de Calidad en Salud, una iniciativa para estandarizar prácticas y procedimientos médicos en establecimientos públicos y privados de todo el país. El programa, que quedó oficializado con la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución Nº 2546/2021, firmada por la ministra Carla Vizzotti, también busca generar incentivos económicos para las instituciones que adhieran a la plena implementación de guías clínicas oficiales y establecer marcos de seguridad para pacientes y trabajadores de la salud.
El proyecto fue estructurado sobre cuatro pilares: el fortalecimiento de la rectoría y la gobernanza en calidad y seguridad de los pacientes para disminuir las inequidades en el sistema de salud, y la implementación de procesos permanentes para mejorar la calidad de la atención de salud con enfoque de derechos, centrada en las personas, las familias y las comunidades.
También se basa en la implementación de procesos permanentes que promuevan la seguridad de los pacientes en la atención de la salud, y el establecimiento de estrategias para los equipos de salud que impulsen la calidad y la seguridad en la gestión del trabajo, la formación y la educación permanente y la protección de la salud de trabajadores y trabajadoras.
“Entusiasmo en los equipos de salud”
Vizzotti consideró que alcanzar mejores estándares de calidad “es un acto permanente de transformación del sistema sanitario, orientado principalmente a atender y cuidar de la salud de los ciudadanos y las ciudadanas”, y explicó que el Plan busca fomentar “una ciudadanía activa, comprometida y en diálogo permanente con los equipos de salud”.
El Plan apunta a la integración del sistema de salud, al asegurar un piso de calidad en todas las prestaciones y prácticas, cualquiera sea el financiador o propietario de los servicios, sean del subsector público, el de la seguridad social o el subsector privado. Una cuestión fogoneada con insistencia desde las usinas sanitarias del Instituto Patria.
“El plan ha generado entusiasmo en los equipos de salud, en los que el término calidad tiene un fuerte poder simbólico”, explicó Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud y responsable político de la iniciativa, y agregó que ésta “tiene un rumbo, apuesta a generar una cultura de la evaluación, del aprendizaje a partir de los errores y expresa la voluntad de mejorar permanentemente estandarizando los procesos”.
Según el funcionario, “se busca que las personas reciban servicios de salud similares en todo el país”, independientemente de que las prestaciones se realicen en efectores públicos, privados o de la seguridad social. “Y para eso hay que medir y comparar”, afirmó Medina, quien anticipó la realización de una encuesta nacional de calidad en salud que podrán responder voluntariamente las instituciones para así establecer una línea de base, ya que “la información existente es muy dispersa y anárquica”.
“El Plan fue presentado en varias jurisdicciones y ante los ministros provinciales en la última reunión del Consejo Federal de Salud y causó una muy buena impresión, sobre todo porque varias de ellas ya están llevando adelante acciones sobre la calidad”, relató el viceministro de Salud.
“Es importante que el ministerio de Salud de la Nación y las provincias participemos en trabajar qué es calidad para la mirada de nuestro sistema de salud en nuestro territorio y con nuestras necesidades”, reflexionó Nicolás Kreplak, el ministro de Salud bonaerense. El funcionario consideró también que es importante “que establezcamos puentes con guías de trabajo, que podamos plantear cuáles son los estándares, los objetivos y búsquedas que tenemos en los procesos de trabajo, en las relaciones entre los trabajadores, la tecnología y la inversión edilicia, de manera tal de tener objetivos que ayuden a que la salud del pueblo mejore y además que nos ayuden a trabajar progresivamente en mejorar las instituciones”.
En la práctica, la medida busca ampliar los márgenes de seguridad para los pacientes, ya que aún se suceden equivocaciones en prácticas rutinarias. Por caso, en quirófanos al operar la rodilla izquierda, cuando el problema diagnosticado estaba en la derecha.
“Para reducir los márgenes de error vamos a protocolizar la realización de un check list antes de proceder a intervenciones quirúrgicas, del mismo modo que lo hacen los pilotos antes de que el avión comience a carretear”, ejemplificó Medina, que añadió que la operatoria deberá ser observada “desde el principal hospital de la Argentina hasta el establecimiento de menor complejidad”.
“Nuestro Gobierno nacional va a acentuar la calidad en salud a partir de la producción de nuevas guías clínicas”, enfatizó Medina, e indicó que serán confeccionadas por el ministerio en consenso con sociedades científicas, incluyendo como novedad una visión epidemiológica de carácter regional.
“Vamos hacia un modelo en el que el sistema de salud pague por las prestaciones en función del cumplimiento de lo que indican las guías clínicas”, detalló Medina. Así, las instituciones que acrediten calidad en sus procesos recibirán un mejor financiamiento desde programas gubernamentales como el SUMAR, o los planes Redes y Proteger.
A modo de ejemplo, el funcionario dijo que “para tratamientos de cáncer existen en la actualidad, entre otras alternativas, la quimioterapia, la radioterapia y las cirugías. Entonces se deberán pagar los procedimientos indicados para cada paciente por las guías clínicas, y no según la discrecionalidad del médico tratante”.
El Plan Nacional de Calidad en Salud propone un sistema de gobernanza consensuado con diversos estratos de representación sectorial, por lo que funcionará un Consejo Nacional Asesor de la Calidad en Salud que integrarán representantes del Consejo Federal de Salud, la Superintendencia de Servicios de Salud, el PAMI, las obras sociales, las universidades y efectores privados, entre otros.
Tras anticipar que ya tiene agendada su participación en la primera reunión de Consejo Asesor, Kreplak dijo que “hay una cuestión central en las instituciones de salud y es que siempre están en transformación permanente, que puede ser para mejorar, crecer y cumplir con sus objetivos, o porque se achican, se degradan y se destruyen”. Por eso, detalló, “es necesario tener ejes sobre la expansión y el crecimiento, pero también sobre la calidad. Y cuando hablamos de calidad no hablamos solamente de indicadores objetivos, de algo que es trazable y que se puede comparar con otros países del mundo, sino que también hay que pensar en la calidad adecuada, situada en cada territorio, y que en ella se incluya la empatía, la calidez y el acompañamiento de los servicios de salud”.
Estímulos para prestadores privados
En la cartera sanitaria descartan que el subsector privado de prestadores de salud verá con buenos ojos la intención de reconocerles mejores aranceles a aquellos que adopten las guías clínicas que establecerá Salud. “Es lo que ocurre en países con sistemas sólidos y eficientes como Inglaterra y España, y también lo que alienta la Organización Panamericana de la Salud”, deslizan desde el edificio de 9 de Julio y Moreno.
“Durante toda la pandemia, los prestadores hemos trabajado codo a codo con el ministerio de Salud de la Nación, y seguramente esta iniciativa será propicia para seguir haciéndolo”, dijo Mario Lugones, fundador y presidente de la Fundación Sanatorio Güemes, quien prefirió no dar mayores precisiones hasta conocer los detalles los alcances de la resolución ministerial.
El Plan se visualiza como uno de los pilares para el relanzamiento de la gestión sanitaria nacional, hasta el momento concentrada en dar respuestas a las exigencias derivadas de la pandemia, pero que indudablemente requiere de un nuevo impulso para abarcar la compleja integralidad de una política con mirada federal que apunte a minimizar la conocida fragmentación del sistema de salud.
Página 12