El dato se desprende de un relevamiento realizado por el Observatorio Alimentario Nutricional de la Escuela de Medicina dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata durante la pandemia.
Ante el contexto de la pandemia por COVID-19; la situación alimentaria nutricional de embarazadas, niños y niñas menores de 5 años con vulnerabilidad social y dificultades de acceso a los alimentos se encuentra “agudizada e invisibilizada”, en la ciudad.
En esta línea, el Observatorio Alimentario Nutricional de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata coordina una serie de acciones con el objetivo de un abordaje integral de la problemática. De este trabajo participa un equipo de más de 15 profesionales de diferentes disciplinas y más de 30 estudiantes voluntarios de la UNMDP, entre otros.
El proyecto seleccionado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación permitió crear una sala de situación, georreferenciar a las familias marplatenses con vulnerabilidad social e inseguridad alimentaria y consolidar las bases para que el Observatorio Alimentario Nutricional pueda sistematizar la información, efectuar vigilancia y seguimiento de las familias evaluadas.
Principales resultados del Diagnóstico de situación
-Se encuestaron 219 hogares, con un promedio de 5 habitantes por hogar. En el trabajo se focalizó en las familias más vulnerables:
-En ellos conviven 444 niños y niñas de hasta 6 años.
-El 67% tiene algún tipo de inseguridad alimentaria, de acuerdo a la escala validada de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES)
-El diagnóstico arrojó que tan sólo el 28, 31% de las familias con vulnerabilidad social refirió tener seguridad alimentaria.
Tan sólo el 36,99 % de los hogares cuentan con trabajo registrado. El 67,11% de las familias son beneficiarias de Programas Sociales; en tanto, el 6,39% de ellas refirió que es su única fuente de ingresos.
En cuanto al consumo de productos ultra procesados, cabe destacarse que más del 50% de las familias encuestadas expresaron consumir todos los días galletitas dulces, saladas o panes envasados (54,34%) y pan
El 44, 75% de las familias consume todos los días jugos (en polvo, botella, tetra o envase similar) gaseosas, aguas saborizadas con/sin azúcar.
Se destaca la baja frecuencia de ingesta de vegetales frescos, tan sólo 53 hogares (24,2%) refirieron incluirlos en sus comidas a todos los días, no cumpliendo con las recomendaciones nutricionales que establecen consumo diario de frutas y verduras. Las frutas se encuentran presentes en el consumo de los hogares con mayor prevalencia para cada una de las frecuencias semanales.
El 27,85% de los hogares encuestados (61) nunca consumió legumbres. El 74,42% de las familias las consume menos de 3 veces por semana, siendo un alimento nutritivo y accesible.
Qué es la inseguridad alimentaria
La inseguridad alimentaria y nutricional es la disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente adecuados y seguros. Se manifiesta en la salud de las personas como malnutrición: desnutrición, sobrepeso, obesidad, desnutrición oculta, coexisten en todos los estratos sociales, y se profundiza en aquellos sectores más vulnerados.
Está claro que sin la organización barrial la crisis económica y las carencias alimentarias hubieran sido aún más alarmantes.
La situación de extrema vulnerabilidad social en la que se encuentra un gran sector de la población, hace imposible pensar que la respuesta a los problemas alimentarios sean resueltos con la accesibilidad a la comida.