El miércoles por la noche, diversos perros de la zona se pusieron a ladrar, un vecino encontró un alambre cortado y pese a los insistentes llamados a la policía, nadie llegó. Este viernes por la mañana se hallaron dos caballos degollados y carneados, ropa robada tirada por el piso y una sensación amarga de la comunidad ante la impotencia y la bronca.
Hechos de inseguridad ocurren a diario en el barrio Antártida Argentina. A la gente le roban de todo, contó el dueño de los caballos, desde garrafas, motos, perros, caños, “lo que te imagines”.
Carlos es referente de epidemiología y dueño de los caballos, y dialogó con MdpYa por la situación que se encontró. Asegura que el área es “tierra de nadie” por la ausencia de la policía y los diversos hechos de inseguridad que ocurren a diario.
IMÁGENES SENSIBLES
Los caballos estaban en un campo que es propiedad de Carlos, en calle 499 esquina 66. La propiedad estaba rodeada por un alambre siete hilos en “perfecto estado”, la noche del miércoles la comunidad se asustó porque diversos perros comenzaron a ladrar, un vecino encontró un alambre cortado y allí comenzó el intento de comunicarse con la policía.
“Se la llamó varias veces pero nunca llegaron, hoy otro vecino encontró otro alambre cortado y fue así que entre todos nos pusimos a buscar los rastros. En los campos que están detrás del Golf encontramos los dos caballos carneados, les cortaron las cabezas, hay huellas de una camioneta y recién hoy a las 10.30 de la mañana del viernes llegó el Jefe de la Comisaría del barrio Acantilados.
La comunidad exigió mayor presencia de la policía ante diversos hechos de inseguridad registrados. En este caso, sólo cuando los caballos estuvieron sin cabeza y recién al otro día del hecho, apareció la policía, aseguró el vecino enojado.
“Vos llamas a la policía y no viene, hay un grupo de 50 vecinos que estamos indignados hace tiempo porque es tierra de nadie, encontramos bolsos con ropa de gente que le han robado la ropa y la dejaron acá, tirada. Es un lugar en donde la gente viene a juntarse a hacer este tipo de cosas”, explicó a MdpYa.
Por último, Carlos contó que ambos caballos que fueron decapitados y carneados habían nacido en su casa, fueron criados “como perros” y eran de sus hijas. “Es brutal lo que pasó, es como si hubieras encontrado a tu perro degollado.”