Una verdadera multitud colmó la Plaza de Mayo con banderas y remeras multicolores para participar de los festejos por un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia, en 1983.

Ante un escenario emplazado en la calle Balcarce, más once pantallas gigantes dispuestas frente a la Casa Rosada y en calles adyacentes, decenas de miles de personas con banderas y remeras multicolores colmaron el viernes la Plaza de Mayo para festejar un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia, en 1983.

La multitud fue convocada para escuchar los discursos del presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en un llamado a dar valor al sistema democrático y la plena vigencia de los derechos humanos.

“Ojalá que Lula pueda devolverle a Brasil el prestigio que perdió, deberíamos aprender todos de la fortaleza que demostró”, afirmó Máximo Kirchner cuando un movilero de C5N hizo el esfuerzo para llegar hasta ese rincón de la Plaza, unos metros delante de la Catedral, donde lo flanqueaba la diputada nacional Paula Penacca (FdT).

Entre los asistentes había muchísimos jóvenes que, por supuesto, no habían nacido en 1983 y que sin embargo valoraban lo que significaba para la Argentina 38 años consecutivos de democracia, lo que convirtió a cada 10 de diciembre en una fecha para festejar, una reflexión colectiva a la que apelaron los organizadores y que Matías Álvarez, de 23 años, estudiante de Ciencias Políticas de la UBA compartió en diálogo con Télam.

“Hay que celebrar estos 38 años de democracia y hay que seguir cuidándola porque estamos en épocas donde vemos diputados que hacen campaña electoral con discursos negacionistas y consiguen bancas en el Congreso”, dijo.

“Hay que apostar por las instituciones de la República, para que sean mejores. Hoy, por ejemplo, hablan Cristina y Lula y no es casual: ellos, en sus respectivos países, fueron perseguidos políticamente por la Justicia y eso en una democracia no puede pasar”, remarcó el aspirante a politólogo.