Analistas dan su mirada sobre lo que pasará en el mercado con el dólar. Los efectos del acuerdo con el FMI en la plaza cambiaria.
Los dólares financieros cortaron el viernes una racha de tres subas diarias consecutivas, en medio del aval del directorio del FMI al acuerdo que ya había sido aprobado por el Congreso Nacional. Sin embargo, las cotizaciones registraron su segundo incremento semanal acumulado al hilo.
En el segmento oficial, el tipo de cambio mayorista, que regula directamente el BCRA, avanzó 20 centavos en esta rueda y culminó la semana en los $101,38. De este modo, la divisa trepó 68 centavos (0,6%) respecto del viernes anterior, un aumento inferior a los 82 centavos (0,8%) que había subido en la semana previa.
Así, el dólar solidario, el que se vende de forma oficial en los bancos, con impuestos y límite de u$s200 diarios, cerró a $190,89 -sin recargos quedó en $115,69- y el dólar blue rebotó luego de dos ruedas consecutivas sin cambios, según un relevamiento de Ámbito en el Mercado Negro de Divisas.
El dólar informal trepó $1 en los $202 en la rueda, pero terminó la semana con una baja de 50 centavos. De esta manera, la brecha con el dólar oficial se ubica en el 83%. En lo que va de marzo, el dólar paralelo exhibe una merma de $9 al terminar el mes pasado en $211.
“El deslizamiento del precio del dólar se mantiene con una leve aceleración en marzo con un ajuste que hasta hoy está en el orden del 2,7% respecto del mes pasado, superando ya el registro de febrero”, aclaró Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio.
En las últimas semanas el BCRA más que duplicó el ritmo de devaluación respecto de principios de año, hacia una tasa anualizada en torno al 45%. Sin embargo, todavía los aumentos corren detrás de una inflación esperada de 55%/60%.
“Creemos que, dada la dinámica que marca la inflación, en conjunto con la debilidad política con la que cuenta el gobierno y el primer desembolso del FMI, el tipo de cambio se seguirá atrasando, por lo que dejamos atrás el escenario de ajuste discreto y/o acelerado del tipo de cambio oficial, al menos por los próximos 4 meses”, proyectó en un informe Martín Polo, Estratega en jefe de Cohen.
Este viernes el Banco Central tuvo que vender unos u$s20 millones para atender la insuficiencia de la oferta, y en la semana registró un resultado negativo de casi u$s100 millones, que rebajan el acumulado positivo del mes a unos u$s417 millones.
“Las expectativas de superar en marzo con cierta holgura los resultados de los meses anteriores se va diluyendo por el efecto combinado de una mayor demanda y un ritmo de ingresos algo menor al esperado, seguramente influido por señales negativas para el complejo agroexportador generadas a partir de las últimas medidas adoptadas y de las que han trascendido para el sector”, sostuvo Quintana.
Para el segundo trimestre del año se espera un mayor ingreso de divisas por la liquidación gruesa de soja y maíz, por lo cual la autoridad monetaria podría aprovechar para mantener el “crawling peg” actual y evitar echarle más leña al fuego de la dinámica inflacionaria.
El economista Rodolfo Santangelo opinó en diálogo con FM Milenium: “El Tesoro recibe los desembolsos, el Tesoro se los vende al Banco Central, el Banco Central emite contra esos derechos especiales de giro que recomponen las reservas. No pueden usarse para controlar el dólar, no se pueden vender reservas para bajar el contado con liqui”.
“El dólar financiero siempre tuve la sensación de que estaba caro. Argentina evita el pánico. El dólar de 200 es una cosa cara, lo que pasa es que muy alto con respecto al oficial. El oficial de 110 pesos no es que esté groseramente atrasado, podría estar mejor en 125, está muy caro el de 200, pero el de 200 se baja con credibilidad, con horizonte, con política económica consistente, que es lo que todavía no tenemos. El gobierno está empeñado en no devaluar el oficial, evitar un salto y seguir con estos ajustes periódicos, que siguen corriendo por detrás de la inflación, y que la brecha baje. Todavía la baja de la brecha es muy modesta, estamos mejor hace un mes”, agregó.
Por su parte, Miguel Kiguel diagnosticó que tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el valor del dólar oficial se moverá “más o menos en línea con la inflación”, mientras que ésta última variable superará al total del año pasado.
“El dólar ya había escapado mucho cuando se fue a 230 y después volvió a niveles de 200, que dista de ser un veranito”, resumió el especialista al programa “Dato sobre dato”, de radio Milenium, sobre la evolución del precio de la divisa estadounidense en los últimos meses.
Desde su punto de vista, cuando el dólar llegó a cotizar a $230 “tenía dentro mucho temor a que no hubiera programa con el Fondo, que la cosa se desbandara y que la inflación se escapara”.
Desde que el Congreso nacional aprobó el programa de facilidades extendidas con el FMI hace más de una semana, su precio “bajó un poco a $200 y también las tasas de interés subieron mucho”, movimiento que “tiende a estabilizar el dólar”, explicó.
Sin embargo, para Kiguel el dólar no disminuirá al ideal, que afirmó que es $120 o $130, debido a que distintos factores indican que “va a seguir moviéndose más o menos en líneas con la inflación”.
Por último, según explica el economista Federico Glustein a iProfesional, “hasta ahora, se observa que la suba de tasas no tuvo fuerte incidencia en el mercado cambiario, principalmente en los dólares financieros, ya que se observó en los últimos días una suba del MEP y el CCL, que superaron nuevamente los $200 y tienen una tendencia alcista”.
En tanto, respecto del dólar blue, considera que la influencia es aún menor dado que la tasa de plazo fijo aún es inferior a la inflación y sigue sin ser atractiva para quienes operan en el informal, aunque explica que “recién podremos analizar más detalladamente en estos días si hay una baja en demanda como consecuencia de la elección en instrumentos financieros”.
Esto se debe a que el del dólar blue es un mercado con diferentes tiempos de reacción al de los financieros, sin embargo, señala que la suba de tasa se inclina para reducir la liquidez, por lo que, más allá de que no se vea reflejada la medida en una baja de la cotización de ese dólar, sí disminuye las posibilidades de que se dé un salto del blue, “a excepción de que suceda alguna medida económica que agite el avispero”.
Fuente: Ámbito