Ante la creciente inflación global, los principales bancos centrales subieron las tasas, lo que disparó la cotización de las monedas e hizo desplomar los índices bursátiles más importantes.
En una carrera por controlar la creciente inflación, los bancos centrales de Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia subieron las tasas de interés esta semana. La persistente inflación también llevó a Islandia a elevar los tipos en un punto porcentual el miércoles y a la India a realizar una subida no programada. Algunos, como el Banco de Inglaterra, temen que sus economías se encaminen hacia la recesión, pero eso no les impidió señalar que se avecinan más alzas.
En el caso de la Fed decidió elevar 50 puntos básicos y si bien el mercado lo descontaba, las consecuencias en los mercados bursátiles se vieron en los días posteriores. Se produjo un derrumbe de las acciones en Wall Street que vivió su peor día desde 2020, con el índice tecnológico cayendo hasta casi un 5%. Por su parte el índice dólar tocó máximos de máximos de 20 años y el rendimiento de bonos EEUU se disparó.
Cuál será la posible suba de tasas de la Fed y cómo reaccionará el mercado
En Europa, las acciones cerraron el viernes su peor semana en dos meses, y los valores tecnológicos y los minoristas se vieron afectados por las ventas ante la perspectiva de mayores subidas de las tasas de interés para frenar la mayor inflación en décadas. “Coincidimos con los inversores en que es probable que el BCE suba las tasas de interés 25 puntos básicos en julio”, dijo Jack Allen-Reynolds, economista jefe para Europa de Capital Economics, advirtiendo que lo peor está por llegar para la economía de la zona euro.
El analista de mercados, Santiago Llull, en diálogo con Ámbito, analizó la suba de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos: “La Fed necesita subir las tasas para poder regular un poco la economía de Estados Unidos, que se la está pidiendo. Cuando hay una suba de tasas muchas de las inversiones se van a una tasa libre de riesgo, sobretodo a los bonos del Tesoro de Estados Unidos”.
En cuánto a los sectores perjudicados, Llull opinó que una suba de tasas de interés “le saca la posibilidad de inversión a las compañías de crecimiento, como las tecnológicas, que son las que más pierden” y que ese flujo de inversiones “se van al sector financiero”. “Estas compañías tecnológicas, además, pierden porque la mayoría de las empresas tienen préstamos y están endeudadas y se encarecen también los créditos. Por ende, lo que hace esta suba de tasas de la Fed, es hacerles perder capacidad y rentabilidad a las compañías tecnológicas”, analizó.
Cuáles fueron los Banco Centrales que subieron las tasas
El banco central de Noruega, el Norges Bank, mantuvo las tasas de interés el jueves, después de haberlos subido un cuarto de punto, hasta el 0,75% en marzo, cuando anunció sus planes de endurecer la política monetaria más rápidamente de lo previsto. Tiene previsto volver a subir las tasas en junio y elevarlas hasta el 2,50% a finales de 2023, con tres alzas más de las previstas anteriormente.
El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) es uno de los bancos centrales más agresivos del mundo. El mes pasado elevó su tasa de interés 50 puntos básicos, hasta el 1,5%, la mayor subida en dos décadas y la cuarta de este ciclo. Con la inflación en máximos de 30 años, los mercados esperan otra subida de 50 puntos básicos este mes: el RBNZ prevé que los tasas alcancen un máximo del 3,35% a finales de 2023.
El Banco de Canadá inició su ciclo de subidas de tasas en marzo y el mes pasado elevó los tipos 50 puntos básicos a un 1%, su mayor movimiento en más de dos décadas. También está dejando que los bonos que vencen salgan de su balance. El gobernador del BoC, Tiff Macklem, considera que las tasas siguen estando muy por debajo de los niveles neutrales, estimados entre el 2% y el 3%. Los mercados esperan que los tipos se acerquen al 3% a finales de año, con una nueva subida de medio punto el 1 de junio.
El Banco de Inglaterra subió el jueves las tasas de interés a un 1%, su nivel más alto desde 2009, para controlar la inflación que, según sus previsiones, superará el 10% este año. Los responsables de la política monetaria también reforzaron su discurso sobre la necesidad de un mayor endurecimiento en los próximos meses, hasta el punto de que dos de los nueve responsables de la fijación de las tasas del Banco de Inglaterra calificaron la orientación de demasiado fuerte dado el riesgo de que Gran Bretaña caiga en recesión. Los mercados esperan que las tasas se sitúen entre el 2% y el 2,25% a fines de 2022.
La Reserva Federal de Estados Unidos subió el miércoles su tasa de interés clave 50 puntos básicos, el mayor salto en 22 años, y los mercados se sintieron aliviados de que no optara por 75 puntos básicos. Aun así, la Fed dijo que estaba preparada para realizar más subidas de medio punto y que planea el mes que viene empezar a reducir sus 9 billones de dólares de activos acumulados durante la pandemia del coronavirus, para ayudar a controlar la inflación.
El Banco de la Reserva de Australia (RBA) subió el martes las tasas de interés 25 puntos básicos a un 0,35%, y señaló que habrá más subidas en el futuro. Después de insistir durante meses en que las subidas de tasas estaban muy lejos, el RBA se unió finalmente al club de las subidas de tipos. El cambio de política monetaria se produjo después de que los datos de la inflación al consumo del primer trimestre alcanzaran un máximo de 20 años del 5,1%.
La inflación subyacente alcanzó el 3,7%, por encima de la banda objetivo del RBA por primera vez desde 2010. Los precios de los futuros apuntan a que las tasas alcanzarán el 2,5% a finales de 2022 y el 3,5% a mediados de 2023, lo que supondría el ciclo de endurecimiento más agresivo del RBA en la historia moderna.
El Riksbank de Suiza, que llegó tarde a la batalla contra la inflación, subió la semana pasada las tasas 25 puntos básicos a un 0,25%, para contener un alza de precios que está en su punto más alto desde 1991, por encima del 6%. El tipo de interés oficial del Riksbank es ahora positivo por primera vez desde 2014. En febrero había dicho que no se esperaba que las tasas subieran hasta 2024. Ahora espera dos o tres alzas más este año, y más el que viene para llevarlas sobre el 1%
El Banco Nacional de Suiza (BNS) se mantiene firme en la línea de la política monetaria, a pesar de que la inflación se disparó a un 2,4% en marzo, muy por encima del objetivo de estabilidad de precios del 0% al 2%. Se negó a avisar de tasas más altas, insistiendo en que un franco fuerte ayuda a proteger a la economía de la inflación.
El Banco Central de Brasil (BCB) incrementó este miércoles la tasa de interés de referencia. Fue de un punto porcentual y se elevó hasta 12,75%, según el consenso del mercado. Esta es la décima alza consecutiva aplicada por la autoridad monetaria a la tasa Selic desde que inició su escalada en marzo de 2021, luego de ubicarla en un piso histórico de 2% para impulsar la economía debilitada por la pandemia.
El Banco de Japón sigue siendo la paloma que se mantiene al margen. La semana pasada reforzó su compromiso de mantener las tasas ultrabajas al prometer la compra de cantidades ilimitadas de bonos para defender un objetivo de rentabilidad de la deuda. Esto hizo que el yen cayera a mínimos de dos décadas frente al dólar. Los precios de consumo básicos de Japón subieron en marzo a su ritmo más rápido en más de dos años, pero la fragilidad de la economía hace que el Banco de Japón no tenga prisa por endurecer su política monetaria.
Fuente: Ámbito