Por primera vez el PAMI inicia un plan de gerenciamiento de la diabetes y la enfermedad renal crónica. PAMI es la obra social pública de mayor cantidad de afiliados en todo el continente americano que atiende a población jubilada y pensionada, personas con discapacitad, menores de edad a cargo de adultos mayores y veteranos de Malvinas.

Este grupo de personas presenta una prevalencia alta de enfermedades crónicas no transmisibles como hipertensión arterial, diabetes e insuficiencia renal que llevan a muertes y complicaciones severas cuando no son bien administradas. Para un correcto manejo de estas condiciones, se requiere saber quienes son los afiliados que sufren estas patologías, para luego contactarlos y hacerles un seguimiento activo.

Hasta asumir la actual gestión de la obra social, no existía un diagnóstico poblacional de los afiliados con diabetes y problemas renales. Tras un primer relevamiento se encontró que casi la mitad de las personas con diabetes no realizaban consultas y de los que sí acuden, 50% tenía mal manejo de su enfermedad. En respuesta a esto se armó un programa de atención integral a la diabetes en el Hospital Bernardo Housaay que es un hospital propio de la obra social.

También se cuenta con la colaboración del centro de bioquímicos de la región que mes a mes envía un listado de todos los laboratorios de diabetes que se realizan los afiliados. En el caso de la enfermedad renal crónica se cree que aproximadamente 1 de cada 5 afiliados de PAMI la padece y muchos de ellos no lo saben. Se inicia una detección de la población en riesgo en el nuevo prestador que se suma a la cartilla de la obra social. Se trata de Renalida un centro dedicado al cuidado de la salud renal integral. El 50 % de los pacientes en diálisis tienen más de 60 años y PAMI es el principal financiador de la diálisis en nuestro país. Aunque la diabetes, la hipertensión arterial y los problemas de la próstata son las principales causas prevenibles de ingreso a diálisis, no existían hasta ahora programas de salud renal en nuestro país. Renalida contactará a los pacientes en riesgo y le pedirá un laboratorio para conocer el estado de sus riñones. Posteriormente le harán una consulta con la nefróloga del equipo. Tras una primer intervención, se encontró que la mitad de las personas con enfermedad renal crónica contactadas tenían un riesgo alto o muy alto de progresión a diálisis y complicaciones cardiovasculares como accidente cerebrovascular o infarto. Se detectaron múltiples pacientes con causas reversibles de  falla renal y se los derivó para su solución definitiva.

A través de este sistema, PAMI toma una postura activa y lidera la gestión de la salud de sus afiliados con enfermedades crónicas no transmisibles. Las personas en riesgo ya no tendrán que buscar un turno con largas colas, si no que se las contactará directamente para agendarles la fecha de consulta con el especialista. Además se podrá conocer la evolución de esta población en el tiempo de modo y se desarrollará un plan de mejora continua para programar las intervenciones antes de que ocurra un evento grave. Se atienden a las personas en relación a su necesidad y se evitan visitas innecesarias.

Con estas medidas, PAMI genera una articulación entre los laboratorios de la región, el hospital propio e instituciones privadas facilitando la información médica para el cuidado de sus afiliados y afiliadas y se constituye en el precursor del sistema integrado de salud en la región.