Conmoción entre los profesionales de la información en México tras el asesinato de otro periodista, el duodécimo en lo que va de año. Antonio de la Cruz, de 47 años, fue asesinado a tiros en Ciudad Victoria, capital del norteño estado de Tamaulipas. Trabajaba en el periódico Expreso. Dicho medio ha explicado que “fue atacado” cuando salía de su casa. Su hija, de 23 años, resultó herida de gravedad.
Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, estado fronterizo con Texas donde operan muchos grupos del crimen organizado, ha prometido justicia:
“Puedo anticipar que no nos detendremos hasta encontrar a los responsables y aplicaremos todo el peso de la ley y ustedes saben mejor que nadie que mi Gobierno nunca ha dudado en ir contra los delincuentes. Aquí no habrá tregua, especialmente contra los violentos que le quitaron la vida a Antonio”.
Doce periodistas asesinados en seis meses mantienen a este país como uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo en el mundo. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador afronta presión nacional e internacional por estas nefastas cifras. Desde que llegó al poder, en diciembre de 2018, han sido asesinados 33 periodistas.