La subida de los precios de los alimentos y la energía es uno de los factores que contribuyen a la inflación récord en Europa.
La tasa de inflación del Reino Unido se ha disparado en julio hasta alcanzar el nivel más alto en 40 años, el 10,1%, según ha informado el 17 de agosto el Organismo Nacional de Estadística (ONS).
El aumento de los precios de los alimentos ha sido la mayor contribución al alza de la tasa de inflación anual entre junio y julio, según el organismo nacional de estadística del Reino Unido, en medio del mayor incremento del coste de la vida desde 1982.
La inflación en la eurozona también sigue disparándose hasta alcanzar máximos históricos, llegando al 8,9% en julio, según los últimos datos.
Esta cifra es superior al 8,6% de junio, al 8,1% de mayo y al 7,4% de abril, ya que los europeos siguen viendo cómo se disparan los precios de la energía y los alimentos, debido en parte a la invasión rusa de Ucrania.
La estimación preliminar publicada el 29 de julio por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, es la más alta desde que se empezaron los registros de la eurozona en 1997.
La tasa de inflación anual más pronunciada en esta estimación fue de nuevo la de los precios de la energía, con un 39,7%, frente al 42% de junio.
Le siguen los alimentos, el alcohol y el tabaco (9,8%, frente al 8,9% de junio), los bienes industriales no energéticos (4,5%, frente al 4,3%) y los servicios (3,7%, frente al 3,4% ).
La inflación crece en España al 10,8%, la mayor desde 1984
Todos los rincones del continente se enfrentan a una subida de precios, ya que la esperada recuperación económica de Europa tras la pandemia se ve obstaculizada por diversos factores.
Siguiendo los pasos de sus homólogos en otras partes del mundo, el Banco Central Europeo subió los tipos de interés por primera vez en 11 años por una cantidad mayor de la esperada, en su afán por combatir una inflación persistentemente alta.
La medida, anunciada el 21 de julio, plantea nuevos interrogantes sobre si la prisa por encarecer el crédito sumirá a las principales economías en la recesión a costa de aliviar los precios de la gente que gasta más en alimentos o combustible.
Se espera que a esta medida le siga otra subida en septiembre.
En el informe de julio, Alemania vio cómo su inflación subía al 8,5%, tras un pequeño descenso el mes pasado.
La inflación de Francia se sitúa ahora en el 6,8%, y la de Italia en el 8,4%.
Los países bálticos siguen especialmente afectados, con una inflación del 22,7% en Estonia, del 20,8% en Lituania y del 21% en Letonia.
¿Qué está causando estas tasas de inflación?
Europa y gran parte del mundo ya se veían afectados por la subida de los precios de la energía -que contribuyen a la inflación- antes de la invasión rusa de Ucrania a finales de febrero.
El conflicto ha exacerbado la crisis energética al alimentar la preocupación mundial de que pueda provocar una interrupción del suministro de petróleo o gas natural desde Rusia.
En los últimos años, Moscú ha sido el principal proveedor de petróleo, gas natural y carbón de la UE, con una cuarta parte de su energía.
Precios más altos, compras más estudiadas: el consumidor europeo comienza a notar la inflación
En agosto entrará en vigor una prohibición de la Unión Europea sobre el carbón procedente de Rusia y se está llevando a cabo un esfuerzo voluntario para reducir la demanda de gas natural ruso en dos tercios este año.
Los precios de muchos productos básicos -incluidos los alimentos- también han subido desde que se introdujeron por primera vez bloqueos por la pandemia hace dos años, lo que ha puesto a prueba las cadenas de suministro mundiales, ha hecho que se pierdan cosechas y ha provocado el pánico en las compras en supermercados.
La guerra en Ucrania volvió a empeorar drásticamente el panorama, ya que Rusia y la ex república soviética representan casi un tercio del trigo y la cebada mundiales, y dos tercios de las exportaciones mundiales de aceite de girasol utilizado para cocinar. Ucrania es también el cuarto exportador mundial de maíz.
Fuente: Euronews