Las exportaciones de los servicios basados en el conocimiento (SBC) sumaron el año pasado US$ 6.405 millones, con lo que recuperaron los niveles previos a la pandemia y se ubicaron en el tercer lugar entre los sectores que más divisas le aportan al país, con una proyección para 2022 de más de US$ 7.000 millones, que de confirmarse se convertirán en un nuevo récord.
“Estamos potenciando el crecimiento del sector, clave en la generación de divisas y empleo genuino que necesita la Argentina en estos años”, indicó el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk.
En ese sentido, precisó que “desde el primer día de gestión estamos trabajando en la formación de 70.000 programadores en menos de un año con el Argentina Programa, la liberación de los bonos de cupo fiscal en beneficio de unas 450 empresas, el proyecto de decreto de necesidad y urgencia para crear un dólar diferenciado que reduzca brechas y brindar mayores facilidades de facturación en dólares a los profesionales que exportan servicios al exterior”.
De acuerdo a las cifras que se manejan oficialmente, el dato estimativo de exportaciones de los SBC para 2022 es que se superarán los US$ 7.000 millones.
“Los servicios basados en el conocimiento (SBC) vienen creciendo sostenidamente en Argentina. Son un complejo exportador muy relevante, con US$ 7.000 millones exportados al año”, subrayó por su parte, en su cuenta de Twitter, el coordinador del Plan Argentina Productiva 2030, Daniel Schteingart.
De hecho, es el tercer complejo exportador en cantidad de divisas anuales ingresadas al país, detrás del oleaginoso y del cerealero.
En el primer trimestre de 2022 se exportaron US$ 1.962 millones en SBC, 25% más que en el mismo período de 2021, y 15,9% por encima de 2019), de acuerdo a los números del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI).
Pero también se trató de la segunda cifra más alta en la historia, apenas detrás de los US$ 1.969 millones registrados en 2018.
Además, se trata de la cuarta suba interanual consecutiva, vinculada principalmente al buen desempeño en los dos rubros de mayor peso: servicios empresariales y servicios de telecomunicaciones, informática e información.
Los servicios empresariales totalizaron ventas externas por US$ 1.088 millones y crecieron un 28,7% interanual, y también superaron en 13,2% a 2019.
El rubro representó el 55,4% de las exportaciones totales de SBC y aportaron la mayor incidencia positiva en el desempeño general, con un incremento de 15,5 puntos porcentuales.
De esta manera, registra cuatro trimestres de suba interanual ininterrumpida.
Al interior, se destacó el crecimiento de los dos principales subrubros: los servicios profesionales y de consultoría, cuyas exportaciones representaron el 50,6% del total y subieron 38,6%, y los servicios técnicos relacionados con la ingeniería, arquitectura y el comercio, que representaron el 36,2% del total y subieron 21,4%.
Por último, las exportaciones de los servicios de investigación y desarrollo se expandieron 16,4%, y representaron 13,1% del total.
Los servicios de telecomunicaciones, informática e información exportaron US$ 668 millones, una suba interanual del 21,5% y de 29,5% en comparación con 2019, y representaron el 34% de las exportaciones totales de SBC con una incidencia positiva de 7,5 puntos porcentuales.
El resultado se explica principalmente por la suba de 22,7% de las exportaciones de los servicios informáticos, que representaron el 94,5% del rubro.
Las exportaciones de los servicios de telecomunicaciones, que son el 4,3% del rubro, se retrajeron 3,2%, mientras que en servicios de información, que son el 1,2%, crecieron 48,3%.
Entre los demás rubros, que sumaron el 10,5% de las exportaciones totales de SBC, se destacó la evolución interanual de cargos por el uso de la propiedad intelectual (+51,6%, con una representación del 3,1% en el total de ventas externas de SBC) y de servicios personales, culturales y recreativos (+6,7%; 5,1% del total).
“Existe una amplia coincidencia respecto de que los SBC representan una oportunidad para el proceso de transformación y diversificación productiva en Argentina y, en general, en los países emergentes”, destacaron los investigadores Jeremías Lachman y Andrés López, del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Consejo Nacional de Ciencia y Técnica (Conicet).
En un documento de su autoría, realizado para Argentina Productiva 2030, los expertos indicaron que “por un lado, se trata de actividades que pueden generar empleo y divisas por exportaciones y contribuir a crear competencias en diversas áreas, tanto tecnológicas como organizacionales y comerciales”.
“Por otro lado, pueden emerger derrames de productividad vía movilidad de capital humano que se desplaza desde sectores de SBC hacia otras industrias. Asimismo, los sectores de SBC pueden ayudar a mejorar la competitividad de otras actividades productivas vía la prestación de servicios complejos y la generación y transferencia de conocimiento”, subrayaron Lachman y López.