Especialistas y familiares de personas que recibieron o donaron órganos consideraron necesarias una mejor comunicación y mayor concientización de la población sobre la problemática de la ablación, en el marco del 29no. Congreso Mundial de Trasplantes, organizado por la Sociedad Mundial del Trasplante (TTS), que comenzó este domingo en Buenos Aires y es el primero que se realiza en América Latina.

El Congreso se desarrollará durante cuatro jornadas, hasta el miércoles próximo, en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, con la participación de más de 3.000 disertantes, entre especialistas, funcionarios de entidades internacionales de donación de órganos y familiares de los pacientes.

El vicepresidente de la Sociedad Argentina de Trasplantes (SAT), Gabriel Gondolesi afirmó que la realización del Congreso es “un verdadero orgullo, porque la sociedad mundial de trasplante tiene 58 años, y porque es la primera vez que viene en Latinoamérica, luego de seis años de lucha por parte de las diferentes organizaciones de trasplante de América del Sur”.

En este sentido, consideró que el congreso tiene “una gran relevancia en el aspecto de la investigación, en la concientización sobre la problemática de la donación de órganos y nuevas regulaciones para facilitar la donación”.

El especialista, que forma parte de la SAT desde hace 25 años, consideró que el encuentro “permitirá observar las innovaciones en materia medicinal a nivel global que, por múltiples causas, no se pueden hacer en el país, además de dar a conocer al mundo lo que hacemos en materia de donación”.

En este sentido, Gustavo de Mare, padre de Vicky, una niña de 12 años que recibió un trasplante de órganos, remarcó que “es necesario una mayor concientización por parte de la población sobre la importancia de la ablación” e indicó que “hay que todos los organismo y ministerios públicos deben abordar la problemática de la ablación con más naturalidad, porque todos podemos estar en la lista de espera”.

En una misma línea, Silvia Irigaray, presidenta de Madres del Dolor, y madre de Maximiliano Tasca, quien fue asesinado por un policía en diciembre del 2001, remarcó que “hay fallos en la comunicación, porque todos los días se reciben mensajes de padres que no quieren saber nada de donar sus órganos y por eso todos los días trabajo concientizando a los padres que donar no tiene que ver con la muerte sino con la vida”.

Nancy Ascher, cirujana norteamericana y donante de un riñón para su hermana, indicó que la problemática de la donación de órganos “afecta a todos los países a nivel mundial, debido a las dificultades tanto normativas como culturales que eso conlleva”.

La cirujana, que fue la primera mujer en realizar un trasplante hepático en el mundo, remarcó que a nivel mundial “más de diez millones de personas necesitan un trasplante de órgano y es necesario que haya un abordaje integral para que se puedan salvar más vidas”.

Federico Oppenheimer, médico nefrólogo del Hospital Clinic de Barcelona, y quien fuera donante vivo de su hijo, remarcó que “los donantes vivos conocemos profundamente las problemáticas que afronta alguien que va a recibir una donación”.

En este sentido, señaló que “la donación es un hecho social y por ende la sociedad debe estar consciente de toda la problemática relacionada a ello”.

Luego, llegó el turno de Romina Pérez Manelli, abogada e integrante del consejo de asesores de pacientes, quien contó la historia de su experiencia en la lista de espera para recibir una donación de corazón: “Hablar de la donación de órganos no debe ser ningún tabú, porque todas las personas, sin importar sus edades, pueden hablar de esto”.

A su vez, enfatizó que es necesario “un mejor trabajo en conjunto con las asociaciones y entidades de salud, para que la relación con los pacientes sea armónica y respetuosa”.

Por último, Elizabeth Schick, presidenta de la World Transplant Games Federation, una competencia que congrega a deportistas que recibieron una ablación, recordó las dificultades que tuvo para abordar el tema de los trasplantes en Europa en la década del 90.

“Nosotros no sabíamos mucho sobre la donación de órganos. A los 20 años detectaron que necesitaba un trasplante de riñones por un fallo orgánico y ni mi familia ni yo entendíamos la situación”, remarcó Schick, emocionada al recordar el hecho.

En este caso, Schick destacó que, luego de recibir el trasplante en Suiza, tuvo el apoyo de una organización que ayudan a pacientes, que fue considerado “clave para que pueda retomar a las actividades deportivas”

Para Ezequiel Lo Cane, padre de Justina, la niña que falleció esperando una donación de corazón en 2017 e impulsor de la ley que lleva el mismo nombre, remarcó que la participación dentro del congreso “es importante, porque permite a dar a conocer lo que se está realizando en materia de donación en el país y con el objetivo de salvar la vida de muchas personas”.

Lo Cané, quien trabaja en el proyecto Casa Justina, un hogar que apoya a los pacientes en lista de espera, remarcó que es necesario “mejorar en la comunicación en el aspecto del qué, cómo y a quién comunicar”.

“Es necesario generar una red de contención de periodistas que trabajen la problemática de la donación de órganos, que nos ayuden a concientizar a través de historias de donantes”.

Por su parte, Silvia Irigaray, presidenta de Madres del Dolor, habló sobre el protocolo para las fuerzas policiales en procesos de ablación e implantes de órganos y tejidos en caso de muerte traumática, aplicado en la provincia de Buenos Aires: “El protocolo comenzó porque, cuando pasó lo de mi hijo (Maximiliano), yo fui maltratada, porque la policía no sabía qué hacer con el caso”, en relación a la denominada “masacre de Floresta”, en la cual tres jóvenes fueron asesinados en 2001 por un policía federal.

En este sentido, considero “que para abordar la problemática de las donaciones hay que agilizar y para eso hace falta tener conocimiento”.

Por último, consideró que “es necesario más comunicación, escuchar y que nos escuchen, y en especial ayudar y concientizar a los padres que están en situación, que la donación no tiene que ver con la muerte sino con ayudar a otro que lo necesita”.

Según el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante, un total de 7.510 personas están en la lista de espera para trasplante de órganos en el país, mientras en lo que va del año se realizaron 1.115 ablaciones, a partir de 506 personas que donaron sus órganos.