Los cubanos votaron en referendo el 2, un texto de avanzada que la Asamblea Nacional (AN, parlamento) aprobó en julio y que habilita el matrimonio igualitario, legaliza el vientre subrogado, incorpora los conceptos de violencia sexual y de género, y reconoce el derecho al cuidado.
Unos 24.000 colegios estuvieron abiertos para una jornada en la que más de ocho millones de cubanos fueron convocados para responder Sí o No a la única pregunta: “¿Estás de acuerdo con el Código de las Familias?”.
La participación era de 54,82% del padrón una hora y media antes de la hora señalada para el cierre de las urnas, aunque en algunas ciudades se prorrogó por 60 minutos el plazo para votar debido a las dificultades climáticas, informó el Consejo Electoral Nacional.49
El presidente Miguel Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta, votaron 50 minutos después de la apertura de los centros de votación, en un colegio de La Habana.
El Código de Familias “es una norma justa, necesaria, actualizada, moderna y que da derechos y garantías a todas las personas, a todas las diversidades de familias, de personas, de credo”, manifestó el mandatario, que se refirió a la jornada como “un día de festejo para Cuba”, tras sufragar.
Si bien la votación se realizó este domingo en la isla, ya había concluido en el extranjero, donde, según cifras oficiales, más de 22.000 personas, incluidos diplomáticos y aquellos que “por razones oficiales” se encuentran en el exterior, ejercieron su derecho a voto.
El resultado definitivo se difundirá cinco días después de la votación, y si el proyecto de ley obtiene más del 50% del sufragio, entrará en vigor inmediatamente y sustituirá a la normativa vigente desde 1975.
Varios de los temas que se plantean en el Código de Familias generan polémica en una sociedad aún marcada por el machismo que se exacerbó en las décadas de 1960 y 1970, cuando el Gobierno condenó al ostracismo a muchos homosexuales o los envió a campos militarizados de trabajo agrícola.
En las siguientes décadas las autoridades cambiaron y ahora el nuevo código fue objeto de una intensa campaña mediática de sectores oficialistas para promover el voto a favor bajo el lema “Código, sí”, mientras la Conferencia Episcopal de la isla la rechaza.
“El Código de las Familias plantea ante todo el respeto al ser humano, el respeto a todas y todos. Reconocemos y aceptamos las diferencias que ya existen en nuestra sociedad”, dijo recientemente Díaz-Canel.
Uno de los principales detractores es la Iglesia cubana, que defiende que el matrimonio entre hombre y mujer es “natural” y no puede ser “desplazado o deformado” para dejar paso a otras fórmulas legales dado que no “es el plan originario” de Dios creador.
De acuerdo con un documento difundido por obispos cubanos este mes, la introducción de la “ideología de género” no es beneficiosa para las familias y no es posible que menores asuman su identidad de género, y la gestación subrogada no es ética.
Además, en el texto denuncian que la adopción entre personas del mismo sexo contraviene “lo que por naturaleza le corresponde y necesita” un menor, que son “un padre y una madre”, pero rescatan como positivo el rechazo a la violencia intrafamiliar, la defensa de los derechos y el cuidado de la población más mayor y de aquellos con discapacidad.
En América Latina el matrimonio igualitario es legal en Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Chile y en varios estados mexicanos.
Cuba trató de introducir el matrimonio igualitario en la Constitución de 2019, pero el Gobierno tuvo que dar marcha atrás ante fuertes críticas de las Iglesias católica y evangélica.
En cuanto a la gestación subrogada, está autorizada en dos estados de México y en otros países se encuentra en un limbo legal, no está prohibida ni permitida.
El Código de Familias se trata de “la pieza de legislación más importante en materia de derechos humanos” ocurrida en Cuba tras los grandes cambios al inicio de la revolución de 1959, dijo a AFP el politólogo cubano Rafael Hernández.
“El gobierno está facilitando que se hagan visibles aquellos sectores más conservadores de la sociedad con sus ideas propias, sin maquillarlas”, agregó.