El Gobierno de Emmanuel Macron ha anunciado posibles cortes de electricidad controlados durante el invierno, con el fin de anticiparse a la escasez de energía causada por problemas de suministro.
Las escuelas y sus comedores podrían cerrar según las propuestas, que deben reducir el consumo de energía al 38%, manteniendo los servicios esenciales como los hospitales y los parques de bomberos.
Los servicios ferroviarios también podrían sufrir cambios para evitar que los trenes se queden parados a mitad de trayecto.
Los cortes de energía intermitentes, que no durarán más de dos horas, se producirán probablemente durante las horas de mayor consumo, por la mañana o por la tarde.
Se ha abierto una página web para que los ciudadanos puedan ver si su región está afectada.
Los problemas de suministro de energía nuclear están detrás del plan: la mitad de las centrales nucleares francesas están cerradas para su reparación.
El objetivo es evitar incidentes incontrolados que podrían hacer caer toda la red. Catherine Lescure, directora de comunicación de Enedis, explica que “siempre debe haber tanta producción como consumo. Y si esto no se mantuviera, la red podría colapsarse. Esto es lo que llamamos una avería gigante o un apagón. Y, obviamente, de lo que se trata es de evitar este tipo de problemas”.
El Gobierno francés pide a los ciudadanos que moderen su consumo de electricidad para evitar que sea necesario lanzar este plan. En cuanto a los usuarios industriales, podrían recibir una compensación económica a cambio de reducir su consumo.
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