La reestructuración significará una mayor cotización a la Seguridad Social para los salarios más altos, medida que se aplicará a partir de 2025.
Algunos críticos aseguran que esta reforma es un trato injusto para las generaciones más jóvenes, ya que es la juventud la que acabaría pagando más.
“Los cambios tendrán incidencia en las mujeres, los autónomos y las pensiones más vulnerables” afirmó José Luis Escrivá, ministro español de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La edad de jubilación a los 67 años, se mantendrá.