El próximo 14 de julio, a las 18 horas, en el Salón del Hotel 15 de Mayo, ubicado en calle Mitre 1457 de Mar del Plata, se presentará el libro “La hora del canal Magdalena”, con la presencia de su autor Agustín Barletti quien junto al Ingeniero Horacio Tettamanti llevarán a cabo una charla sobre los beneficios que el canal de Magdalena le generarían al país. El evento está organizado, de manera conjunta, por los Distritos I y II del Colegio de Ingenieros, y fue declarado de interés por el Consejo Superior del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires.
Desde el Colegio de ingenieros de la provincia de Buenos Aires Distrito II aseguran que es menester fortalecer el desarrollo de los puertos litorales bonaerenses, ubicándolos en la ruta del transporte comercial marítimo fluvial a modo de acrecentar las oportunidades de desarrollo asegurando mayor competitividad de la industria regional. Es por eso que junto al Distrito V elevaron una nota al presidente del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires Norberto Beliera mediante la cual solicitaron que ese Consejo Superior, de coincidir con lo planteado, eleven al Gobernador de la provincia de Buenos Aires una nota.
En este sentido los profesionales plantean la necesidad estratégica de incluir en la nueva licitación el dragado del canal Magdalena lo cual va a tener un impacto en la conectividad de los puertos fluviales y marítimos habilitando la integralidad logística de la navegación comercial del país. “Es una estructura estratégica que modifica cualitativamente la proyección nacional e internacional de nuestros puertos”, sostuvieron.
“Poner en funcionamiento la nueva ruta marítimo fluvial del canal de Magdalena aumenta las oportunidades de consolidar el desarrollo el Corredor Bioceánico Trasandino Sur incrementando las oportunidades del Comercio Internacional en la interrelación de nuestros bonaerenses con puertos de Chile por vía ferroviaria”, sostuvieron desde el Colegio de Ingenieros local.
Asimismo, en su diseño, el Canal Magdalena posee diferencias fundamentales respecto al actual de Punta Indio, y representa beneficios indiscutibles para la Argentina. Sus 150 metros de ancho de solera permiten un canal de doble vía, que posibilita ingresos y salidas simultáneas, y genera un área de servicios con mano de obra argentina.
Al estar orientado en el sentido natural de la corriente, se abaratan los costos de mantenimiento y mejoran los tiempos de navegación. Esto es así porque se habilita una salida y entrada directa hacia el mar desde la Argentina, y viceversa; uniendo al país marítimo con el fluvial. También implica menor tiempo y menos costo para que las naves de mayor tamaño puedan completar carga en puertos como Bahía Blanca o Quequén, y evita la navegación en la Zona Alfa, frente a Montevideo para los buques que, en un 90% de los casos, se dirigen o provienen de puertos argentinos.
El primer y principal impacto favorable del Canal Magdalena sobre la economía argentina, sería la contratación de todos los servicios en el país. Para tal fin se plantea una zona de servicios conexos a la actividad naviera en proximidades de Punta Piedras, General Lavalle y San Clemente del Tuyú, con talleres mecánicos, proveedurías náuticas, almacenes generales y sub agencias marítimas, entre otras actividades marginales. Todos estos servicios, que hoy se prestan desde Montevideo, se realizarían entonces en el país.
En este caso, los ingresos cuantificables son principalmente aquellos vinculados con la contratación del práctico para la navegación sobre los canales de ingreso y acceso a los puertos. En la actualidad el ingreso se genera y se registra en el puerto donde el práctico asciende al buque que sale del puerto de Montevideo.