Un exjugador de fútbol de San Lorenzo fue condenado hoy a prisión perpetua al igual que otro hombre por un narcocrimen ocurrido en enero de 2020, durante el intento de usurpación de un departamento en un complejo de monoblocks de la localidad bonaerense de Ciudad Evita para instalar un búnker de venta de drogas, informaron hoy fuentes judiciales.

La pena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza y recayó sobre el exfutbolista Lautaro Iván “Taro” Carrachino y en un segundo acusado por el mismo hecho, Cristian Daniel “Chucky” Cruz, quienes fueron considerados coautores del delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por el uso de arma de fuego”, en perjuicio de Rubén Oscar López (46).

Se trata de la misma pena que había solicitado durante su alegato del pasado lunes el fiscal del juicio, Sergio Alejandro Antin, quien también había pedido que sea incorporada la figura de “reincidencia” en el caso de Cruz, la cual fue incluida por el TOC4 en el veredicto dado a conocer hoy.

En diálogo con Télam, Antín señaló que resulta “evidente” que los jueces le creyeron a los testigos presenciales del hecho que declararon en las audiencias del debate y que reconocieron a los autores del crimen.

“Resulta evidente que los jueces le creyeron a los testigos de la fiscalía y no así a los de la defensa, que ubicaban al imputado a 400 kilómetros del lugar del hecho”, agregó el representante del Ministerio Público, haciendo referencia a la coartada de Carrachino, quien durante el debate dijo que se encontraba de vacaciones en la Costa Atlántica cuando ocurrieron los hechos por los que ahora fue condenado.

El fiscal, durante su alegato realizado anteayer, hizo hincapié en la declaración de una de las testigos presenciales del hecho, quien señaló en el debate “sin lugar a dudas” a Carrachino como la persona que irrumpió junto a otro hombre (ambos armados) durante la madrugada del 27 de enero 2020 en la vivienda rompiendo la puerta a patadas y diciendo: “Si no se van en dos o tres horas, volvemos y los matamos a todos”.

Además, remarcó los dichos de otra testigo que reconoció al exjugador y promesa de San Lorenzo como quien, horas después del hecho antes descripto e instantes antes del crimen de López, le puso una pistola en la cabeza. “Yo de esa cara no me voy a olvidar”, dijo.