La Defensoría del Pueblo de General Pueyrredón junto al Banco de Alimentos de Mar del Plata, se reunieron en el marco del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, renovando su compromiso de llevar alimentos de calidad a quienes más los necesitan. Esta fecha fue instaurada a nivel mundial a propuesta de la Argentina. 

Los Defensores del Pueblo Fernando Rizzi y Daniel Barragán visitaron la sede del Banco de Alimentos de Mar del Plata, siendo recibidos por su presidenta Laura Racquiar y su Directora Ejecutiva Brenda Schebesta, donde trataron temáticas vinculadas con la pérdida y despilfarro de alimentos.

Según distintos estudios, un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente 1 300 millones de toneladas al año.

  • En Argentina, según un estudio realizado por la Dirección de Agroalimentos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se estima que se pierden 16 millones de toneladas de alimentos anuales, lo que representa el 12,5% de la producción agroalimentaria del país.

La reducción del despilfarro de alimentos forma parte la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que comprende los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente los números 2 “Hambre Cero”,  3 “Salud y Bienestar”, 4 “Educación de Calidad” y 13 “Acción por el Clima”.

Se trata de un desafío global, que a su vez tiene soluciones muy locales. Por eso, junto a los esfuerzos de nivel nacional, cada localidad tiene un gran potencial para generar intervenciones de política y arribar a soluciones integrales con triple impacto (económico, ambiental y social) positivo para su comunidad.

En ese sentido, la prevención y la reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos resulta un elemento clave para potenciar el desarrollo económico, la nutrición y la sostenibilidad ambiental.

“Creemos necesario la existencia de estrategias locales de prevención y/o reducción de desperdicio de alimentos a fin de contribuir con sistemas de producción, comercialización y consumo eficientes y sostenibles, con foco en la seguridad alimentaria y el cuidado del ambiente con beneficios para toda la comunidad. Se debe promover la vinculación y coordinación entre las organizaciones que integran la comunidad local y entre los municipios y provincias para acelerar procesos de diseño e implementación de políticas alimentarias de acuerdo a las características y necesidades de cada localidad”, explicaron desde la Defensoría del Pueblo.

“También es necesaria la promoción de la concientización en el consumidor, y la adopción de recaudos sencillos y efectivos, como el control con suficiente antelación del vencimiento de los productos, el aprovechamiento de lo no consumido en lugares comerciales, la reutilización y reciclado doméstico de sobras de comidas, el aprovechamiento integral de frutas y verduras, entre otras tantas conductas. Resulta necesario atender las causas y los efectos de la pérdida y el desperdicio de alimentos y promover su donación, otorgando especial relevancia a la atención de las necesidades básicas alimentarias de la población en condiciones de vulnerabilidad y con riesgo de subsistencia”, agregaron.

La fijación de una jornada recordativa anual específica debe concientizar sobre la importancia y la urgencia que tiene reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos y multiplicar su donación, con actividades que resalten los beneficios sociales, ambientales y económicos de hacer frente a esta problemática de cara a la construcción de sistemas alimentarios más sostenibles.

Por medio de la Ley 27.454 del año 2018, se crea el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, el cual tiene por objeto la reducción y eliminación de pérdidas y desperdicio de alimentos a través del empoderamiento y movilización de los productores, procesadores, distribuidores, consumidores y asociaciones.

Desde la Defensoría del Pueblo se destaca el accionar del Banco de Alimentos y de otras organizaciones no gubernamentales que recuperan los excedentes de alimentos y redirigen a comedores, merenderos y organizaciones comunitarias para alimentar a las personas que padecen inseguridad alimentaria.

Desde el Banco de Alimentos, agradecen especialmente a la Global Food Banking Network, Red Argentina de Bancos de Alimentos, a las más de 50 empresas locales y nacionales, Universidad Nacional de Mar del Plata, cámaras, periodistas, equipo de voluntarios y staff del BDA, todos comprometidos incansablemente con la misión de que #LaComidaNoSeTira