Israel afirmó hoy que el país “está en guerra” tras el sorpresivo ataque por tierra, mar y aire de milicianos palestinos, que incluye la captura de soldados y civiles en localidades fronterizas, y aseguró que el movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, pagará “un precio sin precedentes”, en una nueva escalada de violencia que dejó decenas de muertos y heridos.

“Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No es una operación, no son rondas de combates, es una guerra”, indicó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un video difundido en sus redes sociales.

“Ordené, en primer lugar, que se desalojaran las comunidades en las que se habían infiltrado terroristas. Esto actualmente se está llevando a cabo. Al mismo tiempo, he ordenado una amplia movilización de reservas y que devolvamos el fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido. El enemigo pagará un precio sin precedentes”, explicó el premier.

Los servicios de emergencias israelíes informaron que al menos 100 personas murieron y más de 900 resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales.

La parte palestina, en tanto, comunicó que hay al menos 198 fallecidos y 1.610 heridos por la respuesta israelí en la Franja de Gaza.

La nueva escalada de violencia comenzó con un lanzamiento masivo de cohetes desde varios puntos de la Franja de Gaza a partir de las 6:30 hora local (00:30 de la Argentina).

El portavoz del ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht, mencionó que al menos 2.200 cohetes fueron disparados, mientras que Hamas reivindicó el lanzamiento de 5.500 proyectiles.

Imágenes que circulan en redes sociales muestran también la incursión por tierra de milicianos de Hamas y la captura de soldados y civiles.

El propio movimiento difundió un video que muestra a tres hombres vestidos como civiles, visiblemente asustados, capturados por sus combatientes.

“Escenas de las Brigadas al Qassam capturando a varios soldados enemigos en la batalla ‘Diluvio de Al Aqsa'”, indicaba una frase que aparecía sobre fondo negro al principio de la grabación, consignó la agencia de noticias AFP.

Los carteles en hebreo del fondo sugerían que la grabación se realizó en el lado israelí del paso de Erez entre Israel y la Franja de Gaza.

Otros videos difundidos en redes sociales mostraban los cadáveres de varias personas vestidas con uniforme militar, así como automovilistas y pasajeros muertos en una autopista.

El portavoz principal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), contralmirante Daniel Hagari, confirmó que personas fueron tomadas como rehenes, aunque no precisó la cifra.

“Es un crimen de guerra cometido por Hamas y pagarán las consecuencias”, añadió en una conferencia de prensa.

Por su parte, el jefe de ese movimiento islamista, Ismail Haniyeh, declaró hoy que vislumbra “una gran victoria” en la ofensiva general lanzada contra Israel desde la Franja de Gaza.

“Estamos a punto de lograr una gran victoria y una clara conquista en el frente de Gaza”, manifestó en un discurso emitido por la televisión Al Aqsa, dirigida por el grupo armado.

“Ya basta, hay que poner fin al ciclo de intifadas [levantamientos] y revoluciones en la lucha por la liberación de nuestra tierra [palestina] y de nuestros presos (…)”, añadió.

Como respuesta, el Ejército israelí ratificó lo anunciado previamente por Netanyahu y anticipó que miles de reservistas fueron llamados a filas para operar en Gaza, así como en el norte del país, cerca de las fronteras con Líbano y Siria, y en la ocupada Cisjordania.

En esos operativos, las fuerzas informaron que bombardearon “dos edificios de varias plantas” en Gaza.

Pero la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció hoy que esos ataques mataron a dos trabajadores sanitarios.

“Las fuerzas israelíes atacaron el hospital indonesio del enclave y una ambulancia frente al hospital Nasser, en el sur de Gaza. Los ataques mataron a una enfermera y a un conductor de ambulancia, hirieron a varios y dañaron una estación de oxígeno”, comunicó la ONG en su cuenta de la red social X, antes Twitter.

Egipto, mediador central entre Palestina e Israel, anunció hoy que mantiene contactos a nivel internacional para “contener la tensa situación” y alertó sobre las “graves repercusiones” por una nueva escalada de violencia.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó hoy a la comunidad internacional a realizar “esfuerzos diplomáticos para evitar una ampliación de la conflagración”.

En un comunicado, Guterres “condena en los términos más firmes el ataque de esta mañana de Hamas contra ciudades israelíes cercanas a la Franja de Gaza y en el centro de Israel”, manifiesta su “profunda preocupación por la población civil y llama a la mayor moderación” a las partes enfrentadas.

El Consejo de Seguridad de la ONU convocó para mañana a una reunión de emergencia para debatir la situación, tras un pedido de Brasil que preside el órgano.

“Estados Unidos condena inequívocamente este atroz asalto contra Israel por parte de terroristas de Hamas desde Gaza, y he dejado claro al primer ministro que estamos dispuestos a ofrecer todos los medios apropiados de apoyo al Gobierno y al pueblo de Israel”, indicó el presidente Joe Biden tras hablar por teléfono con Netanyahu.

Francia, Reino Unido, Alemania y España también repudiaron los ataques de Hamas y tanto Italia como Ucrania apoyaron el derecho de Israel a defenderse.

Por su parte, Rusia hizo un llamado a la calma, y dijo estar “en contacto con todo el mundo en este momento, con los israelíes, los palestinos y los árabes”, según declaró Mijail Bogdanov, viceministro de Exteriores y emisario del Kremlin para Oriente Medio y África.

Mientras que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, exhortó a Israel y Palestina a actuar con moderación y evitar las acciones que podrían exacerbar el conflicto.

Israel mantiene un duro bloqueo contra la Franja de Gaza, un empobrecido y sobrepoblado territorio palestino, desde que en 2007 asumió todo el poder Hamas.

Desde entonces se produjeron varias guerras devastadoras entre combatientes palestinos y fuerzas israelíes. Las dos partes vivieron tensiones en septiembre, cuando Israel cerró la frontera para los trabajadores palestinos durante dos semanas.

El cierre fronterizo fue criticado como un castigo colectivo que perjudicó a miles de trabajadores palestinos, que pueden ganar más dinero trabando en Israel que en Gaza, donde el desempleo es muy elevado.

La reapertura fronteriza despertó la esperanza de una mejora de la situación en Gaza, donde viven 2,3 millones de personas.

En mayo, un intercambio de bombardeos aéreos israelíes y cohetes desde Gaza provocó la muerte de 34 palestinos y un israelí.