El Isepci presentó un nuevo informe del Índice Barrial de Precios correspondiente al mes de septiembre en General Pueyrredon. Afirman que los precios de alimentos de la canasta básica acumulan un incremento del 165% en los últimos doce meses, superando por amplio margen las subas de jubilaciones y salarios.
Según el relevamiento mensual que realiza el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) en más de 130 comercios de cercanía de los barrios populares del Mar del Plata y Batán, una familia de dos personas adultas y dos niños/as, para adquirir la Canasta Básica de Alimentos (CBA) requirió en septiembre de $129.350. En el período de un año, partiendo desde septiembre 2022, la CBA registra una suba del 164,77%. Por otro lado, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) que abarca, además de alimentos, los bienes y servicios necesarios para subsistir, para la misma familia tipo, en septiembre 2023 escaló a $288.451. “Si la comparamos con el costo de un año atrás, podemos percibir un aumento del 161,23%. En cuanto a la variación mensual del costo de la CBA si comparamos agosto y septiembre de 2023, fue de tan solo un 1,27%, siendo el rubro almacén el que presentó el mayor incremento, del 2,30%”, explicaron desde el sector.
Rodrigo Blanco, Director del Isepci en Mar del Plata, destacó: “Si bien los números del mes de septiembre a simple vista, parecieran ser alentadores, lejos están de ser algo a festejar. Si tomamos en cuenta que en agosto pasado se produjo el triste récord de aumento de la CBA, que fue de un 33%, cifra que no habíamos visto en años y que en tan solo un mes cuadriplicó la tendencia que venían presentando las variaciones mensuales de la CBA desde el comienzo del 2023, variaciones que de por sí ya venían adquiriendo valores significativos, lo que tenemos es una variación en dos meses, superior al 35%. La brusca devaluación del dólar oficial pos PASO, provocó en las dos semanas siguientes un rebote inmediato en los barrios, a lo que se le agregó una suba generalizada de las carnes, el aumento más alto de las últimas décadas. La fuerte diferencia de magnitudes entre los aumentos de los alimentos en los negocios de cercanía de los barrios populares entre agosto (33%) y septiembre (1,27%), y también respecto a los relevamientos oficiales y de otras consultoras privadas que dan resultados con variaciones más atenuadas, vuelve a poner en evidencia que en el marco de una segmentación de la sociedad que se va acentuando, se van consolidando en todos los órdenes, diferentes dinámicas de funcionamiento.”
“En el aspecto económico quizás sea donde los contrastes afloran más claramente en la superficie. Desde pequeños emprendimientos productivos familiares, hasta los miles de quioscos y todo tipo de comercios de cercanía, pasando por el transporte de pasajeros, o el rubro de la construcción centrado en los pequeños arreglos y ampliaciones de las casas particulares, todo transcurre asentado sobre empleos precarios y no registrados, con una prevalencia de la informalidad en el movimiento de una extendida actividad, cuyos protagonistas dan una pelea cotidiana por subsistir. Y la relación con el mundo económico registrado es muchas veces hostil y difícil. Desde programas oficiales que intentan instalar precios de referencia (precios cuidados y otros) que nunca llegan; instrumentos digitales de transferencia de dinero que no están, porque implicaría “blanquear” negocios que no podrían subsistir si tienen que salir de la informalidad; hasta trabajadores y trabajadoras que aceptan sus precarios empleos “en negro”, como única alternativa posible.
En particular, respecto al comportamiento de los precios en los negocios de cercanía, estos deben abastecerse en las cadenas mayoristas, que no están incorporadas a los programas de precios de referencia, que adelantan aumentos “por las dudas”, con valores que en muchos rubros son superiores a los que se consiguen en los supermercados, explicó Blanco. Entonces “es normal que los incrementos sean superiores y en tiempos distintos” a los que nos encontramos en los comercios registrados. El perjuicio para los vecinos y las vecinas de estos barrios es enorme, contribuye a impactar fuertemente sobre el poder adquisitivo de los hogares de esta franja de nuestra sociedad, y a generar una permanente incertidumbre respecto a su futuro inmediato. Las medidas de compensación para los aumentos de precios que se han venido instrumentando en los últimos días contemplan muy poco esta realidad de millones de argentinas y argentinos que van engrosando la franja de más del 40% de la población sumida por debajo de la línea de pobreza.”
Los aumentos
Analizando la evolución de los precios en los últimos doce meses, de acuerdo al rubro, surge que los mayores aumentos se dan en Frutas y Verduras con 181%, seguido por las carnes con 180%, y por último el rubro almacén con el 148% de incremento. En este marco, los productos que más aumentaron en septiembre fueron el pescado con el 22,5%; el vinagre 15%; la sal fina 11% y el arroz 10%. Por su parte, el precio de la recarga de garrafas de gas envasado también registró modificaciones. En septiembre pasó a costar en promedio $2.804, aumentando 7,4% en un mes.
Por otro lado, en el rubro Higiene y Limpieza, los productos que más aumentaron en septiembre fueron el jabón blanco 7,45%, el jabón en polvo 6,28% y el jabón líquido 29,23%.
Blanco desarrolló: “Más allá de los acuerdos con el FMI, que obligaron a medidas inflacionarias como el aumento de tarifas, la sequía que produjo una baja de los ingresos de las exportaciones, que agravó la tradicional escasez de reservas, en la abrupta devaluación del 14 de agosto -igualmente acordada con el FMI- los formadores de precios de las cadenas de producción y comercialización, tuvieron –y tienen- un protagonismo fundamental en todo este proceso. Las medidas del oficialismo para la instalación de precios de referencia a través de programas como precios cuidados, cercanos, justos, y otros similares, acordados directamente con los dueños de las grandes empresas de alimentos, fueron incumplidos una y otra vez. Asimismo, los cambios de timón en la Secretaría de Comercio, y en la mismísima conducción del Ministerio de Economía, no sirvieron para fortalecer la voluntad del gobierno ni para desoír las exigencias del FMI, ni para frenar las distintas maniobras especulativas que sacuden una y otra vez el tablero de los precios. En estos primeros días de octubre, nuevamente esto se hace evidente. Los sucesivos anuncios del gobierno buscando “compensaciones” para paliar los efectos negativos de los incrementos de precios sobre los ingresos de los sectores populares: bonos, aumentos adelantados, suba del salario mínimo, devolución del IVA, eliminación del impuesto a las ganancias a los asalariados, tienen como contrapartida corrida cambiaria en curso, y nueva ronda de incrementos de precios.”
CONTINÚA LA PÉRDIDA DEL PODER ADQUISITIVO
Al tomar como referencia los ingresos básicos de la población, Blanco sostuvo: “Si comparamos estos históricos aumentos en los precios de los alimentos con las remuneraciones mínimas de salarios y jubilaciones, se hace evidente que continúa acentuándose una fuerte pérdida del poder adquisitivo de éstos últimos. Los/as jubilados/as que cobran la mínima, en septiembre de 2023 tuvieron respecto al mismo mes de 2022 un incremento de 133,27%. Por su lado, los trabajadores y las trabajadoras que tienen salario mínimo percibieron un aumento de 130,46%. En el mismo período, el incremento de los alimentos que conforman la canasta básica ascendió a 165%.”