La feliz amplía su oferta de actividades con un parque submarino. Hasta el momento, hay 3 barcos hundidos en un predio conocido como “Cristo Rey”. Pero, ¿cómo fue el proceso de chatarra en el Puerto de Mar del Plata a centro de atracción para quienes disfrutan aventurarse en las profundidades marina? Enterate en la nota.
En el Puerto de Mar del Plata pasan cosas muy interesantes, tras la iniciativa de diversos clubes de buceo que manifestaron la necesidad de tener algunos puntos para desarrollar la actividad en lo local, se inició la ampliación de un espacio destinado para las actividades submarinas. En Argentina, hay lugares destacados como Puerto Madryn, Las Grutas y Ushuaia para que buzos recorran el fondo marino, por eso Mar del Plata no se podía quedar atrás.
En nuestro puerto había barcos viejos, en desuso, que ocupaban lugar y complicaban la operatoria para los barcos que sí estaban funcionando, por eso, a través de un trabajo articulado entre el Puerto de Mar del Plata, a cargo de Gabriel Felizia, el Dr. Gabriel Genzano (Proyecto BiodA), Carlos Brelles (Thalassa Buceo), la comunidad portuaria del sector pesquero, ONGs ambientalistas y distintos sectores involucrados, se decidió hace un año limpiar el buque Simbad, y hundirlo en el Parque Cristo Rey. Esta acción posibilitó la creación de comunidades biológicas que permiten que buzos de Mar del Plata y la región, puedan visitar.
De chatarra a parque submarino
El buque Simbad tuvo que ser reflotado para que llegue a su destino final, un proceso que requirió también de una limpieza profunda, para que aceites, combustibles, maquinarias y cables, entre otras cosas, no lleguen al mar. Luego, se cerraron algunas partes y se retiraron otras, con la intención de que ningún buzo quede atrapado durante su recorrido, según el protocolo que establece la Prefectura Naval Argentina. Pasó un año desde el hundimiento del buque, y el Simbad volvió a llenarse de vida, esta vez, bajo el mar.
Hablamos con el Doctor en Cs. Biológicas, docente, investigador y buzo III estrellas, Pablo Meretta. quien detalló a MdpYa que luego “de los 30 días de hundido el barco, se pudo ver microorganismos como protozoos, dinoflagelados y algas que se fueron pegando a la estructura del barco que fue acumulando sedimentos, esto permitió que se acentúen otros organismos. A los 90 días había mejillones e hidroides, creando una estructura tridimensional, acelerando el proceso de colonización de la superficie.”
Los mejillones siguieron creciendo a lo largo de los meses, y a simple vista ya se pueden ver, sin necesidad de usar microscopio. También, aparecieron microcrustáceos que necesitan cuevas o sedimento, es decir, un suelo firme para poder vivir.
- Hoy, la zona tiene tres barcos hundidos que se encuentran separados entre sí: el primero fue el Cristo Rey, en el año 1981, y fue el que le dio el nombre al predio. Más tarde, se amplió en 2014 con el barco ruso Kronometherr. En 2022 se sumó el Simbad. Ahora, se está preparando una nueva embarcación para hundir en la cercanía del Simbad, lo que involucraría una nueva ampliación del parque submarino.
“Un barco hundido es un atractivo muy grande para los buzos, esto se suma a los arrecifes naturales que tenemos, por eso es una iniciativa muy importante”, destacó Meretta, miembro del Proyecto BioDA.
Pablo trabaja junto a otros buzos, quienes tienen cámaras que están grabando durante su inmersión y posibilita ver cómo avanza la comunidad marina en cada uno de los buques. Esto permite, además de una visita turística al fondo del mar, un estudio profundo sobre las comunidades submareales de Mar del Plata, es decir, se obtienen datos de calidad sobre información científica, pero también se obtiene un monitoreo “impresionante” sobre los fondos de Mar del Plata, material que se genera charlas, visitas al museo y explicaciones en jardines de infantes hasta terciarios, ampliando los proyectos de extensión, investigación y divulgación generada por Biodiversidad de Arrecifes.
Qué especies se encuentran
Una estructura dura forma un arrecife, como puede ser una escollera o en este caso, un barco hundido. “El parque submarino aporta un sustrato duro que genera nuevos hábitats en donde diversos organismos se van a asociar. Todos los organismos que hay en el mar tienen la posibilidad de pegarse, principalmente las larvas. El barco Cristo Rey se hundió accidentalmente y estuvo perdido casi 30 años, y cuando fue hallado, pudimos encontrar comunidades biológicas muy parecidas a las que se pueden encontrar en los arrecifes naturales.”
Ahora bien, como el Cristo Rey estuvo años sin relevamiento científico, cuando se hundió el Kronometherr, los investigadores pudieron seguir de cerca la colonización casi “minuto a minuto”. “Pudimos ver las características físicas, químicas y biológicas para que se realice el proceso de sucesión, es decir, una serie de pasos de cómo se coloniza la superficie nueva. A los tres años del hundimiento teníamos una comunidad muy parecida a los fondos rocosos naturales y había peces que se podían encontrar en los arrecifes naturales”, explicó el especialista a MdpYa.
El fondo marino tiene un atractivo increíble, y se suma a la cantidad de actividades que se pueden realizar en Mar del Plata. Y a vos, ¿ya te dieron ganas de bucear?