Una nave espacial estadounidense despegó “con éxito” del Centro Espacial Kennedy, en Florida, con la misión de llegar a la Luna y espera convertirse en la primera entidad no gubernamental en realizar un alunizaje, informó la empresa.
Es el segundo intento que hace este año Intuitive Machines tras un primer fracaso en enero, esta vez con la misión “IM-1”, la compañía espera convertirse en la primera entidad privada en posar una nave en el satélite natural de la Tierra y desplegar en su superficie el primer robot estadounidense desde las misiones Apollo, hace más de cinco décadas.
El módulo de aterrizaje Nova-C, de forma hexagonal y denominado “Odysseus”, despegó a la 01.06 del jueves hora local (06.06 GMT) a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, de Florida.
Después de desprenderse de la parte superior del cohete, el módulo fue encendido y puesto en funcionamiento “con éxito”, mostrándose “estable, cargando sus paneles solares y estableciendo contacto por radio”, declaró en un comunicado Intuitive Machines, cuyo centro de control se ubica en Houston, Texas, según consignó la agencia AFP.
Trent Martin, vicepresidente de sistemas especiales de Intuitive Machines, dijo esta semana a periodistas que la “oportunidad de que Estados Unidos volviera a la Luna por primera vez desde 1972 es una proeza de la ingeniería que requiere un verdadero deseo de explorar”.
Está previsto que la nave llegue el 22 de febrero a su lugar de alunizaje, Malapert A, un cráter de impacto situado a 300 kilómetros del polo sur lunar.
La agencia espacial estadounidense espera establecer una presencia de largo plazo en la Luna y recoger hielo para obtener agua potable y combustible para cohetes en el marco de su programa Artemis.
La NASA pagó a Intuitive Machines 118 millones de dólares para llevar equipos científicos al satélite natural con el fin de comprender mejor y mitigar los riesgos medioambientales para los astronautas.
Después de alunizar, se espera que las cargas funcionen durante siete días antes de que inicie la noche lunar en el polo sur, cuando el Odysseus quedará inoperable.
El IM-1 es la segunda misión bajo una iniciativa de la NASA creada para delegar servicios de carga al sector privado para cortar costos y estimular una economía espacial más amplia.
“Estos envíos osados no sólo conducirán a nuevas experiencias científicas en la Luna, sino que también están apoyando una creciente economía espacial privada”, afirmó el director de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado.