El Tribunal condenó a 9 años y 6 meses a Oleksandr Levchenko, 9 años a Alan Olea y a Gonzalo Paniagua, 8 años y 9 meses a Nicolás Caputo, 5 años y 6 meses a Giuliano Spagnolo, 4 años y 6 meses a Franco Pozas, y 2 años a Marcos Caputo (19). En tanto, Giardono Spagnolo fue absuelto ya que los jueces entendieron que no quedó acreditada su participación.

Tras la lectura del fallo, Levechenko, Olea, Paniagua, Nicolás Caputo y Giuliano Spagnolo fueron detenidos en medio de forcejeos entre ellos y la Policía.

Según el fallo, fueron acusados por integrar una “agrupación destinada a imponer sus ideas y combatir las ajenas por las fuerzas y el temor, en concurso ideal con el delito de pertenecer a una organización y realizar propaganda basada en ideas o teorías de superioridad de una raza, religión o grupo étnico” a través de “lesiones graves y leves” contra las víctimas.

En los fundamentos, que duraron unos 40 minutos, los jueces consideraron que se presentó “un escenario falso, que sitúa a estos delitos de odio como confrontación de tribus sociales por la disputa del espacio público”.

“Las victimas no fueron elegidas al azar, fueron elegidas por pertenecer a un colectivo esencialmente vulnerable”, indicaron.

Los hechos por los que fueron juzgados los ocho jóvenes, durante dos meses, ocurrieron entre 2014 y 2016. Por eso, siete de los acusados estuvieron detenidos y el restante no por tratarse de un menor cuando se produjeron los casos.

Durante los alegatos, la defensa pidió la absolución, mientras que la fiscalía solicitó penas de hasta 3 años de prisión. La querella, en tanto, realizó un pedido más fuerte, en busca de que sean condenados con hasta 15 años de prisión, como condena más fuerte.

En el último encuentro algunos de los imputados dijeron sus últimas palabras y volvieron a declararse inocentes ante los magistrados. Además, pidieron disculpas por su conducta durante las audiencias y la adjudicaron a las fuertes acusaciones a las que estuvieron expuestos, indicó ahoramardelplata.

También cuestionaron a los medios por el tratamiento informativo que realizaron, pero ninguno asumió ninguna responsabilidad. Solamente dieron una versión exculpatoria como lo habían hecho en el proceso judicial y responsabilizaron a las víctimas por las imputaciones que recibieron.