Era la segunda vez que Romina y su familia habían decidido enviar a Shyeiko, su perro San Bernardo, a bañarse a una veterinaria. Pero esta vez no sabían que les esperaba lo peor. A las 8.30 de la mañana del martes lo pasaron a buscar, y dos horas más tarde los llamaron para decirles que estaba muerto.

“Nos dijeron que había tenido una torsión estomacal”, denunció la joven, dueña de la mascota de 5 años y explicó: “No entendemos nada porque él estaba perfecto cuando se lo llevaron, súper contento, no le pasaba nada malo”.

La joven contó en diálogo con 0223 que el llamado lo recibió su madre, quien se acercó a la veterinaria ubicada sobre la avenida Mario Bravo, en el barrio Colinas de Peralta Ramos, lo más rápido que pudo. “Estaba en un estado de crisis total y la quisieron consolar con un vaso de agua”, indicó Romina. Por la tarde, la familia insistió en pedir explicaciones, pero la veterinaria “no dio la cara nunca más”.

Después de lo sucedido, la joven solicitó información a otros profesionales de la salud animal. “Me asesoré con otros veterinarios y me dijeron que no pudo haber sido una torsión estomacal porque en ese caso tendría que haber tenido síntomas, no se da tan rápido algo así”, sentenció y afirmó con enojo: “Si hubiese estado mal lo menos que hacía era llevarlo a bañar”.

La joven subió a facebook todo su dolor y pidió por su perro en dicha red social.

“No podemos entender lo que pasó, estamos destruidos, es la segunda vez que lo mandamos a bañar, la primera en ese lugar”, concluyó Romina, quien aclaró que estudia iniciar acciones legales contra la veterinaria.