A poco menos de un mes que un grupo de neonazis fuera condenado por una serie de ataques y pintadas fomentados en la discriminación y el odio, personas aún no identificadas pintaron una esvástica nazi en la pared del Colegio Peralta Ramos, ubicado en Maipú al 3300.

En esta oportunidad, a la esvástica nazi le agregaron las siglas IPR, que significan “Instituto Peralta Ramos”, histórico colegio católico de Mar del Plata vinculado a la congregación marista.

Estas demostraciones gráficas demuestran que, más a allá de las condenas efectuadas por los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Bernardo Bibel resolvieron de manera unánime aplicar una pena de 9 años y 6 meses a Oleksandr Levchenko (23); 9 años a Alan Olea (29) y a Gonzalo Paniagua (26); 8 años y 6 meses a Nicolás Caputo (30); 5 años y 6 meses a Giuliano Spagnolo (21); 4 años y 6 meses a Franco Pozas (28) y 2 años de tratamiento tutelar a Marcos Caputo (19), la estructura nazi sigue con vida y expresa su presencia en nuestra ciudad.

Repudiable desde todo punto de vista. Pero a tener cuidado ya que, estando entre nosotros, empiezan con estas demostraciones y luego de silencios oficiales y demás complicidades, se extienden y agrandan su accionar a otro tipo de manifestaciones como ya ha ocurrido en nuestra triste historia