Desde que Arroyo generó un nuevo equipo de comunicación, se decidió volver a las bases en materia de declaraciones públicas.

Sus declaraciones ante los medios fueron esporádicas y se terminaron las frases polémicas que tanto dolor de cabeza le generaron.

Ahora el jefe comunal dio un paso más en ese sentido y prohibió a sus funcionarios a hablar con la prensa.

Por ello quedó prohibido realizar declaraciones sin previa autorización de la subsecretaría de Comunicación. Algo llamativo que jamás ocurrió con ningún gobierno comunal.

Ya bastantes dolores de cabeza con las declaraciones que efectuó él durante su pobre mandato, ahora la mordaza alcanza a todos los funcionarios.

El memorándum 30/18, al que tuvo acceso MDPya, lleva la firma del intendente Carlos Arroyo y está dirigido a cada uno de los integrantes de su gabinete municipal.

“Por disposición del suscripto, ningún funcionario, de cualquier rango o jerarquía, perteneciente a la gestión de gobierno a mi cargo, podrá hacer declaraciones en los medios de comunicación, sin previa supervisión de la subsecretaría de Comunicación”, resalta.

Finalmente cierra con una frase llamativa: “Lo antes dispuesto, es de carácter estricto e inquebrantable”.

Bien claro. No habla nadie. De ningún tema. Ratas por doquier, murciélagos con rabia, la nada en Cultura durante dos años, problemas de inseguridad en todos los barrios y el mismísimo centro de la ciudad. Nada.

Todas las declaraciones desacertadas efectuadas por quién ocupa el rol de intendente en nuestra ciudad son reemplazadas por silencio para todos y todas las que ocupan lugares en el ejecutivo municipal.

Veremos, con el transcurrir de los días, que dice el hombre del ejecutivo. Si es que dice algo.