En la ciudad de Balcarce, al igual que en todo el país, la crisis se sigue agudizando y se siente con profundidad en los secotres con menosres recursos
“Cada vez llegan más chicos para merendar y la crisis se siente con fuerza, aunque hacemos lo imposible para atender a todos”, contó una integrante del Movimiento Barrios de Pie, organización social que en Balcarce coordina la actividad de 8 merenderos y ayuda con aportes para la compra de garrafas para familias en situación de vulnerabilidad.
Un grupo de mujeres trabajan día y noche elaborando pan casero, pizzas y tortas para los más pequeños que llegan cada día en mayor número con la necesidad básica de alimentarse.
Sólo el merendero Luz y Esperanza, en calle 3 bis, entre 40 y 42, asiste alimentariamente a 52 chicos del barrio y las inmediaciones. La clase media se puede ajustar. Recorta gastos, hace malabares y se acomoda como puede en la incomodidad que genera la situación económica.
Los que están más abajo no. No tienen nada que hacer, se caen del sistema.
En este contexto, la iglesia católica y evangélica, además de organizaciones gremiales reciben a diario una demanda social que crece paralelamente a la recesión económica.
También La Cámpora Balcarce y Unidad Ciudadana llevan adelante un ropero comunitario en su local y esta semana se sumaron a la actividad de venta de alimentos, en el marco de la Red de Precios Justos que recorre la provincia de Buenos Aires.
Por otro lado, según datos oficiales 600 familias en Balcarce reciben la tarjeta alimentaria en Balcarce –que llega a través de la Subsecretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad-, además de otros aportes de carácter social que hace el Estado para contener la demanda.
Asimismo, desde el Banco de Alimentos de Balcarce resaltaron que las 15 instituciones de bien público recibieron –según un dato de mayo- más de 57.000 kilos de alimentos y otros 66.000 kilos fueron repartidos en la región teniendo en cuenta el trabajo conjunto con Mar del Plata y Tandil.
De esta manera, un total de 1150 balcarceños son asistidos en distintas instituciones y organizaciones sociales se ven beneficiados con una mejor calidad de alimentación.
DiarioVanguardia