El Gobierno oficializó ayer porla mañana un brutal recorte en las asignaciones familiares que perciben los trabajadores en relación de dependencia. Además de bajar el techo de ingresos para recibir la asignación, lo que eliminará del beneficio a miles de trabajadores, el ajuste apuntó también contra las familias que viven en el interior del país, que estaban comprendidas en un régimen diferencial por las particularidades locales de la economía.

La medida significará un recorte de hasta un 53 por ciento para los trabajadores que recibían el beneficio máximo de 3.048 pesos.

El plan de ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional empezó a tomar forma y aunque el presidente Mauricio Macri había prometido no recortar beneficios sociales la tijera cayó sobre las asignaciones familiares. El decreto firmado por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y la vicepresidenta Gabriela Michetti –al frente del país mientras Macri está en Sudáfrica por la cumbre del Brics-, recortó también el techo para acceder al beneficio.

El nuevo decreto bajó a 83.917 pesos el ingreso familiar máximo para poder acceder a las asignaciones familiares. Antes, ese monto era de 94.786 pesos.

A partir de ahora, las asignaciones tampoco serán cobradas si uno de los integrantes del grupo familiar tiene un ingreso superior a 41.959 pesos. Antes el tope en uno de los sueldos para cobrar el beneficio era de 47.393.

El recorte afectará también a los trabajadores más vulnerables, los que tienen ingresos en blanco por debajo de los 2.816 pesos, quienes directamente ya no cobrarán la asignación familiar por hijo. Antes el piso para acceder al beneficio era de 200 pesos.

Hasta ahora las asignaciones familiares –por embarazo, por matrimonio, por hijo e hijo por discapacidad y de ayuda escolar- tenían un régimen diferencial según la provincia. Los trabajadores que viven en la Patagonia y algunas localidades de Catamarca, Jujuy y Salta eran beneficiados con un plus, que en algunos casos llegaba a duplicar el valor del subsidio. Los beneficios zonales reflejaban las diferencias en el costo de vida en cada una de esas provincias y las particularidades de la situación económica de cada lugar.

Con este nuevo decreto, el 702/2018, el Gobierno eliminó directamente la diferencia por zona, recortando en algunos casos hasta un 53 por ciento la asignación que percibían los trabajadores incluidos en el beneficio. Por ejemplo, mientras que los trabajadores de Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y la Antártida cobraban 3.048 pesos como la asignación por hijo, ahora pasarán a cobrar 1.578, poco más de la mitad.

Para el Gobierno, la eliminación de la diferencia por zonas deviene de la necesidad de “adoptar un criterio uniforme que otorgue mayor homogeneidad” a las asignaciones. Sin embargo, la nueva norma no recorta el plus zonal para las asignaciones por discapacidad, diferencia de criterio que sólo podría ser explicada por el repudio generalizado que se ganó el Gobierno el año pasado cuando intentó recortar las pensiones por discapacidad.

“El Estado nacional debe velar por el uso eficiente de los recursos públicos, desalentando aquellas conductas de los empleadores que impliquen una sustracción a sus obligaciones y en consecuencia un perjuicio para el régimen y sus beneficiarios”, justifica el decreto.