El sucesor de Aranguren en el Ministerio de Energía informó que la luz subirá hasta un 28 por ciento desde hoy en Capital y el Conurbano. Dijo que el nuevo aumento se debe al “fomento de la calefacción eléctrica” y recomendó a los usuarios “disminuirla al mínimo”. También anunció la quita total de subsidios a shoppings, bancos, grandes empresas y casinos.
El ministro de Energía, Javier Iguacel, sostuvo que el tarifazo de hasta el 28 por ciento en el consumo de electricidad para los usuarios residenciales y del 19 por ciento para empresas y pymes se debe al “fomento de la calefacción eléctrica”, motivo por el cual recomendó a los usuarios a “disminuirla al mínimo” para bajar los precios de las boletas. “No es que esté mal la tarifa”, sino que se consume una “energía que es ineficiente, natural y científicamente”, sostuvo.
La particular justificación del motivo por el cual los usuarios pagan tarifas por encima del mil por ciento más altas desde hace dos años y medio fue expuesta por el funcionario durante una conferencia de prensa en el Ministerio de Hacienda, durante la cual dio los pormenores del nuevo esquema tarifario que rige a partir de hoy y que se visibilizará en las factura del mes próximo.
Iguacel anunció, además, la quita total del subsidio a shoppings, bancos, grandes empresas y casinos. “Van a pagar la energía lo que vale”, dijo al puntualizar que a ese sector se le quitará el subsidio del 33 por ciento de los servicios públicos que aporta el Estado. “Ponemos en un pie de justicia” un “esquema distorsivo” que, según dijo, fue puesto en marcha durante el gobierno anterior que “subsidió a los ricos”.
Durante las explicaciones con las que intentó minimizar el tarifazo, el ministro indicó que “el aumento promedio simple será de 24,4 por ciento” para usuarios sin tarifa social del Área Metropolitana (Capital y Gran Buenos Aires). La franja mayoritaria que sentirá el incremento es el 37 por ciento de los usuarios que tienen un promedio de consumo de 229 kilowatts. Ellos pagarán un aumento del 28 por ciento. Luego, el 33 por ciento de la población del AMBA que consume hasta 77 kilowatts, recibirá en septiembre facturas de hasta un 26 por ciento más que el mes pasado.
Los incrementos, dijo además, serán “conformes al índice de inflación” y “no al dólar, porque el valor de la tarifa eléctrica está atado al peso”, no a la divisa estadounidense. Sin embargo, el funcionario no explicó que lo que sí está atado al dólar son los costos de producción y los productos importados de productoscon cuyos precios se mide el índice de inflación. Es decir que el dólar sí impacta en el tarifazo.
Por otra parte, Iguacel ratificó la vigencia de la tarifa social para los sectores más vulnerables, que hacienden a 4,3 millones de usuarios. Para ellos, “los primeros 150 kilowatts no se pagan, y los siguientes sí”, explicó. En el AMBA, el 30 por ciento de la población paga 66 y 208 pesos por mes”, con lo cual el tarifazo es “prácticamente nada respecto del resto”, minimizó.
Luego reconoció que esta franja de la población es una de las que más consume electricidad, debido a que por su condición no tiene acceso a otra fuente de energía calórica, como el gas. La explicación de esto la encontró echándole la culpa a la “ineficiente, ridícula y pésima política que se aplicó durante el kirchnerismo, que promovió la calefacción eléctrica”. “A aquellos que la utilizan, la recomendación es disminuirla al mínimo”, agregó y lanzó un particular mensaje: “No está mal la factura, sino que lo que está mal es ese sistema”.