En este espacio verde se desarrolla un estilo de vida comunitario y agroecológico, pero está en peligro por una denuncia penal de la Universidad de Buenos Aires.

A pocos minutos del centro de la capital de Argentina se encuentra Velatropa, un proyecto ecológico y autosostenible que trasformó un lugar abandonado “por el bien común” —según sostienen sus integrantes y creadores—, aunque la Universidad de Buenos Aires (UBA) denuncia que se encuentra en un predio usurpado y reclama el terreno mediante una demanda judicial.

Esta ‘ecoaldea’, que ocupa casi cuatro hectáreas en un sector que antes estaba degradado, funciona desde 2007 y dispone de un vivero con plantas autóctonas, una huerta comunitaria y otras instalaciones que funcionan con energía solar. Además, alrededor de 30 personas participan de diferentes actividades, que incluyen hasta visitas guiadas a metros del río de la Plata.

Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que en el mundo haya al menos 10 metros cuadrados por habitante, en la Ciudad de Buenos Aires los valores son de 5,9 metros cuadrados per cápita y, ante estas cifras, iniciativas como Velatropa suponen un oasis ante el creciente desarrollo urbano.

“Enorme potencial” para educación ambiental
Sacha Laniado, uno de los miembros del proyecto, asegura que la iniciativa de Velatropa se basa en “el entendimiento de que el mundo está en una crisis ambiental total”, así que ponen en marcha “alternativas” en temas como “la educación para el desarrollo sostenible” en “todos los estratos de la sociedad”.

Por su parte, Laura Calfayan considera que esta ‘ecoaldea’ que se asienta sobre territorio de la UBA “tiene un enorme potencial”, así que sería “buenísimo” que esa institución empleara el lugar para educación ambiental y experimentación.

Además, como cada vez más extranjeros se suman a esta iniciativa y ya han participado personas de diversos lugares de Latinoamérica, Rusia, España, Francia o hasta Japón, los integrantes de la ecoaldea consideran que el proyecto se podría replicar en otros países.

Oasis en peligro
Sin embargo, la intención de la UBA sería ampliar el estacionamiento para un campus por el que pasan más de 40.000 personas al día, así que una causa judicial que comenzó hace más de tres años decidirá el futuro de este espacio ecológico.

El magistrado Sebastián Casanello investiga un posible delito de usurpación, aunque abrió una instancia de diálogo al determinar que los integrantes de Velatropa no son violentos. Sin embargo, los dueños reivindican el terreno con un posicionamiento contundente.

Miguel Ángel Mouriño, director de Asuntos Jurídicos de la UBA, asegura que “hubo charlas informales durante mucho tiempo” para negociar la salida antes de 2015 pero, a raíz de conflictos “un poco mayores” ese centro educativo tramitó una denuncia penal para desocupar el lugar.

De momento, la ‘ecoaldea’ sigue su actividad y desarolla actividades gratuitas que superan los 100 participantes con la intención de demostrar que la agricultura familiar es posible, aun en tiempos de expansión demográfica.

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