Según un informe de la consultora Ecolatina, la contracción estará liderada por los empleados públicos. En tanto, los ingresos laborales de los trabajadores informales, sufrirán en mayor medida la recesión.
Según el informe, este año el salario real registrado cedería en promedio 6% respecto de 2017, contracción liderada por los empleados públicos (-8% interanual), mientras que la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores privados registrados rondaría el 4,5%.
En tanto, el informe advierte que los ingresos laborales de los trabajadores informales, sector más sensible a los vaivenes económicos, sufrirán en mayor medida la recesión “ya que la misma destruirá puestos de trabajo limitando sensiblemente su poder de negociación”.
Para Ecolatina, sin reapertura generalizada de paritarias, el salario real podría perder caer en promedio más de 12% en el segundo semestre. “Dado que dicha contracción del poder adquisitivo sería muy nociva para el consumo interno, acrecentaría la conflictividad social y minaría la imagen pública del gobierno, el Ejecutivo tiene incentivos para apoyar la reapertura de las paritarias”, consideró.
De todas formas, para la consultora los aumentos llegarían recién en el cuarto trimestre luego de que la suba de precios acumule cerca de 13% en el período julio-septiembre, “por lo que la contracción del salario real sería igualmente significativa”. “Pese a los ingresos adicionales conseguidos (sumas fijas, aumentos o adelantamiento de subas), el salario real de los trabajadores formales caería en promedio 10% interanual durante la segunda mitad de 2018”, argumenta el informe
Respecto al escenario de 2019, los analistas de Ecolatina consideraron “difícil” que se logre revertir esta dinámica. “La ambiciosa meta de equilibrio fiscal recientemente anunciada para 2019 presionará la inflación vía recortes de subsidios económicos y contendrá los aumentos salariales de los trabajadores públicos”, explicaron.
Asimismo, en Ecolatina no prevén mayor dinamismo de la demanda interna, lo que le pondrá un techo a la capacidad de recomposición salarial del sector privado. “Por lo tanto, pese a que podrían esperarse algunos incrementos reales en el segundo semestre de 2019 (la inflación iría cediendo si no se vuelve a disparar el dólar), el año promediaría una leve merma. Si estas proyecciones se cumplen, el salario real formal se ubicaría 9% por debajo de las elecciones de 2015”, remarcaron.
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