Ivan Jablonka, historiador francés, durante su intervención en la cumbre del W20, aseguró que “el odio a la mujer está vinculado estrechamente con su emancipación”. Además, reivindicó al feminismo como respuesta a la misoginia
Ivan Jablonka fue uno de los oradores principales de la primera jornada pública de la Cumbre del W20, el grupo de afinidad del G20 que busca el empoderamiento económico de las mujeres. Su conferencia “¿Puede el feminismo detener la violencia machista?” fue ovacionada por cientos de mujeres de todo el mundo que participan del evento del CCK.
“En Francia, una mujer muere cada tres días por violencia conyugal. El 95% de las mujeres francesas sufrió acoso o tentativa de acoso alguna vez en la vida. La violencia machista es parte del sistema”, explicó Jablonka. Y aseguró que los femicidios son “asesinatos políticos” porque “el odio a la mujer está vinculado estrechamente con su emancipación”.
Así, el historiador francés identificó cuatro causas para la violencia machista:
1- La ley, “porque la misoginia está enraizada en la legislación; la mujer está subyugada al hombre, a su padre, a su marido y a ella se le exige castidad y pureza mientras que al hombre se le tolera el abuso”.
2- La desigualdad social, ya que muchas mujeres no cuentan con dependencia financiera y “dependen del hombre para la supervivencia”.
3- La educación, porque los padres “divulgan la misoginia” cuando le piden a las niñas que sirvan en la casa y cuando se permite a los varones no hacer nada. “Por qué nos sorprende que el hombre actúe como cazador”.
4- Y la cultura, “porque los hombres acosan a las mujeres, James Bond lo hizo, Indiana Jones, lo hizo…”
Para Jablonka, muchos femicidios surgen de lo que él llama “mente misógina”, esa que piensa que “las mujeres tienen que servir, ceder, obedecer”. “Los femicidios son terrorismo patriarcal”, sentenció.
El historiador francés se preguntó cómo luchar contra todo esto y encontró la respuesta en el feminismo. “Si se desarrolla la educación femenina, se rompe el techo de cristal… esas son herramientas para luchar contra la violencia masculina. Si se reduce la brecha de género, se reducirá la violencia”, afirmó. “La violencia de género exige un llamado de acción global a la educación. Necesitamos una voz clara de los líderes, el empoderamiento de la mujer en el espacio público y privado; todo esto generará prevención de la violencia machista”.
Casi al final de su intervención, llegó la interpelación directa. “¿Dónde están los hombres? ¿Cómo podemos explicar su indiferencia a la violencia de género? ¿Es apatía, es ceguera, es hostilidad o es interés propio?”, cuestionó Jablonka.
“Todos sabemos que hay millones de padres y maridos extraordinarios… esos no son el problema”, dijo el historiador. El problema, agregó, está en “los hombres manipuladores, violentos, sexualmente agresivos, en los hombres cuya masculinidad rima con la violencia”.
Para Jablonka, “la violencia machista terminará cuando la educación se dé de forma igualitarias, cuando las niñas y niños tengan las mismas oportunidades, cuando haya paz -porque las mujeres son la primera víctima de las guerras-, cuando los hombres tomen conciencia… Cuando expresen preocupación”.
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