El gobernador Alfredo Cornejo dijo que “fue un error” derivar fondos de ayuda social
El radicalismo abrió una nueva fisura con el Gobierno nacional. El gobernador de Mendoza y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo criticó a la Casa Rosada por mantener la ayuda económica a las organizaciones sociales opositoras, que ayer volvieron a protagonizar una movilización junto a la CGT y la Iglesia en la Basílica de Luján.
“Ha sido un error del gobierno nacional en estos años el financiamiento a los movimientos sociales, que son muchas veces los que lideran las protestas contra el mismo Gobierno”, señaló ayer el mandamás de la UCR, en un plenario en el que estuvo la cúpula partidaria junto a más de 300 dirigentes.
En su discurso, Cornejo afirmó que los movimientos sociales “no tienen representatividad social” y son los que “generalmente organizan las protestas con el rótulo de anti ajuste, como así también con el de popular y nacional”. “El subsidio social debe ir directamente a las personas”, remató.
Previsible, las críticas del radicalismo generaron un fuego cruzado con dirigentes vinculados al “triunvirato” piquetero, que integran la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie.
El diputado bonaerense Leonardo Groso, militante del Movimiento Evita, reivindicó el rol de las organizaciones sociales. “Desde la CTEP nuestros compañeros y compañeras construyen casas, limpian arroyos y arreglan hospitales y escuelas además de darle de comer a miles de niños. Si la UCR trabajara tanto como la beneficiaria o el beneficiario de un programa social, el país sería distinto”, afirmó.
“Es mentira que las organizaciones son intermediarias entre el Estado y quienes cobran un programa social, están todos bancarizados. Y es mentira que ‘se financie la protesta’. La gente protesta gratis, porque ustedes y el PRO son lo peor que le pasó a cada hogar de la Argentina”, contestó el legislador Groso en su cuenta personal de Twitter.
En un comunicado conjunto, Barrios de Pie, la CCC y la CTEP le contestaron a Cornejo y destacaron el rol de los movimientos sociales porque “representan a los humildes” e impulsan políticas para el sector. “Impulsamos 6 leyes nacionales, 2 se aprobaron: Emergencia Social y Barrios Populares. Lamentamos que en vez de priorizar el diálogo para articular políticas públicas, se intenten acallar las diferencias profundas que tenemos con las políticas económicas del FMI”, expresaron.
“Es una pena que Cornejo, representante del radicalismo, tenga una línea similar a la de Patricia Bullrich relacionada la estigmatización de los humildes”, añadió el triunvirato piquetero, al aludir al comentario de la ministra de Seguridad, quien acusó a los movimientos sociales de “permitir” el avance del narcotráfico. “Ojalá Cornejo reflexione y se retracte, lo invitamos a eso”, pidieron.
Para el Gobierno, tener una relación fluida con los movimientos sociales permite sostener la gobernabilidad y canalizar la ayuda social. En contexto de ajuste económico y de carencia, la dirigencia territorial se vuelve un estabilizador del conflicto social.
2019 y los planes electorales
El escenario para enviar el mensaje al Poder Ejecutivo y los movimientos sociales no fue casual. En el Hotel Presidente de la Capital Federal estuvo presente la plana mayor radical, como los gobernadores de Jujuy y Corrientes, Gerardo Morales y Gustavo Valdés; el senador Luis Naidenoff y el diputado Mario Negri, jefes de las bancadas de la UCR; entre otros presidentes de los comités provinciales y legisladores nacionales.
Manteniendo un perfil alto tras la controversia por el aumento de tarifas y la compensación fallida hacia las distribuidoras de gas, que tuvo como protagonista al secretario de Energía, Javier Iguacel, Cornejo advirtió que para el radicalismo “la agenda del ajuste está llegando a su fin”, aunque ratificó que acompañarán la aprobación del Presupuesto. “La agenda del 2019 será la del desarrollo, del crecimiento”, afirmó el mandatario, quien pidió intervención del Estado para “proteger los sectores medios productivos”.
Mientras tanto, en la UCR ya hacen cálculos sobre la carrera electoral. Cornejo advirtió que el partido “no está pensando en un candidato a presidente” y que en todo caso deberá ser “un proceso de maduración de nuestro partido y de Cambiemos”.”Cuando llegue el momento evaluaremos esa posibilidad”, afirmó el gobernador mendocino.
Si bien la prioridad es ampliar los cargos locales y representaciones en el Congreso, la posibilidad de competirle al PRO en las presidenciales está presente. “El radicalismo tiene hombres y mujeres que pueden integrar una fórmula”, señaló el diputado José Cano, que deslizó la vocación de postular a la vicepresidencia un integrante de su riñón. Pero advirtió: “En la mesa de debate también estará la posibilidad de competir con fórmula propia”.
Con la puesta en escena de la UCR, la alianza oficialista cierra una semana atravesada por el fuego amigo. Quien profundizó su postura crítica hacia la Casa Rosada fue Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica (CC). La diputada oficializó el pedido de juicio político del ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, que expresó su postura sobre lo perjudicial que sería un ex presidente preso. Pero fiu más allá, al punto de denunciar que “hay un acuerdo entre el PJ y Cambiemos para postergar el desafuero de Cristina”.
Aunque críticos, tanto Carrió como la UCR ratificaron su pertenencia a la coalición gobernante. Pero la que no duda en tensionar la cuerda esa la jefa de la CC. “Si (Macri) se cansa me puede echar, no tengo problema en irme”, planteó. En el radicalismo, de mala relación con Carrió, destacaron su rol en la lucha contra la corrupción. “Sus acciones deben ser armónicas con los intereses generales de la coalición, pero en general ella es un activo de Cambiemos y no creo que perjudique”, dijo Cornejo.
Infobae