En los últimos doce meses aumentaron 21,9 por ciento frente a una inflación de 34,4 puntos
La situación más delicada la enfrentan los informales, que tuvieron una mejora de apenas 18 puntos, poco más de la mitad de la inflación. Se espera que cuando se conozcan los datos de septiembre y octubre el poder adquisitivo empeore todavía más.
Los salarios aumentaron 2,8 por ciento en agosto y acumulan una mejora promedio de apenas 21,9 por ciento en los últimos doce meses, según informó ayer el Indec. En el mismo período la inflación sumó 34,4 por ciento. Por lo tanto, la perdida promedio de poder adquisitivo fue superior a los 12 puntos porcentuales. A su vez, distintos especialistas coinciden en que la situación empeorará todavía más en septiembre y octubre por la fuerte suba de precios que se registró luego de la devaluación de fines de agosto. Pese a ello, el secretario de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró ayer en el Senado que espera una recomposición salarial para los próximos meses.
La situación más delicada se observa entre los trabajadores no registrados donde el salario trepó en agosto 2,6 por ciento y en doce meses acumula una suba de apenas 18 por ciento, poco más de la mitad de lo que treparon los precios en el mismo período. Lo más preocupante es que a medida que la inflación se fue acelerando el ajuste salarial mostró una desaceleración permanente. En enero la suba salarial interanual de los informales fue de 33,9 por ciento, en febrero 31,7, en marzo 27,8, en abril 25,6, en mayo 23,3, en junio 21,3, en julio 20,2 y ahora en agosto 18 por ciento.
En el sector público la situación no es mucho mejor. En agosto los salarios de los empleados estatales treparon 3 por ciento y en la comparación interanual acumulan una mejora de 21,2 por ciento, más de 13 puntos por debajo de la inflación. En este caso también se observa un deterioro mes a mes, pero no de la misma magnitud que sufrieron los empleados en negro.
Por último, los empleados registrados del sector privado tuvieron una recomposición salarial de 2,8 por ciento en el mes y de 23,8 por ciento en los últimos doce meses, casi 12 puntos por detrás de índice oficial de precios.
El relevamiento que de cuenta de la evolución salarial llega solo hasta agosto, pero lo que vino después hace presagiar un impacto todavía mayor en los alicaídos bolsillos de los trabajadores. En septiembre la inflación fue de 6,5 por ciento y las consultoras prevén una suba superior a los 5 puntos para octubre. Por lo tanto, la perdida del poder adquisitivo será todavía mayor.
Desde el gobierno reconocen que la situación es difícil y por ahora lo único que afirman es que la situación comenzará a mejorar a partir de noviembre. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, sostuvo que la recuperación llegará de la mano de la reapertura de algunas paritarias. Sin embargo, en el mejor de los casos lo único que podrían llegar a conseguir los trabajadores es reducir sus pérdidas.
Triaca estuvo ayer en el Senado junto al ministro de Producción, Dante Sica, para defender el proyecto de ley de presupuesto para 2019 y se manifestó en línea con Dujovne. “Creemos que hay un escenario para los próximos meses de recomposición salarial. Estamos viendo hoy negociaciones dentro de lo que es la previsión de la inflación para los próximos meses y se han ido adecuando las paritarias en ese sentido”, sostuvo, aunque no mostró ninguna cifra concreta que avale sus palabras.
El secretario sostuvo además que durante este año se concretaron más de 500 acuerdos paritarios que llegan a 900 si se incluyen los procesos de revisión. “Esos acuerdos son un conjunto de encuentros entre empresarios y trabajadores para poder establecer no solamente las condiciones de recomposición salarial sino también las condiciones de trabajo”, agregó, pero evitó en todo momento dar cifras, pues no hay ninguna que muestre una mejora en la situación de los trabajadores.
El funcionario se limitó en el senado a detallar los programas que están llevando adelante para preservar el empleo y favorecer la inserción laboral de los sectores más castigados por el desempleo como son los jóvenes sin estudios. “Para no-sotros la posibilidad de generar empleos tiene que ver con la construcción de un marco institucional que favorezca el entendimiento, la previsibilidad y la generación de reglas del juego que le permitan, tanto a empleadores como a empleados, tener certeza sobre su vínculo. Es por eso que los programas que tenemos diseñados apuntan a la contención, la preparación y la generación de oportunidades para el empleo del futuro”, subrayó.
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