La Nobel de la Paz 2018, quien fue una esclava de ISIS, destacó la importancia de denunciar la violencia sexual contra las mujeres para obtener justicia. “Los violadores piensan que las mujeres van a callarse”, señaló.
La activista iraquí Nadia Murad, que este año recibió el premio Nobel de la Paz, llamó a las mujeres a no callar ante la violencia sexual, a pesar de que este tema sea “tabú” y “una vergüenza”.
“Para mí fue muy difícil hablar de estos temas, que son tabú en nuestras sociedades”, dijo al disertar en el Foro de Doha.
“Es algo que no se puede erradicar a través de la violencia. Las mujeres no hablan de la violación, es importante superar esta vergüenza, este tabú, hablarlo, denunciar”, remarcó Murad, quien fue esclava sexual de ISIS.
Murad, miembro de la minoría religiosa yazidí, subrayó la importancia de “ser fuerte” y denunciar para obtener justicia, porque los autores de estos crímenes “piensan que las mujeres van a callarse”.
La joven de 25 años explicó que trabaja junto a la abogada Amal Clooney en el marco de Naciones Unidas para que los responsables de esos crímenes sean “enjuiciados lo más rápidamente posible”, ya que más de 3.000 jóvenes yazidíes siguen secuestradas por ISIS.
Murad, cuya madre y seis de sus hermanos fueron asesinados por los yihadistas, instó a la comunidad internacional a que evite que se sigan cometiendo genocidios de la magnitud que perpetró ISIS en Irak.
Cuando el grupo terrorista invadió en 2014 el noroeste de Irak, asesinó a miles de hombres yazidíes y secuestró a miles de niños y mujeres, que fueron usadas como esclavas sexuales.
“Si la comunidad internacional no obliga a que se enjuicie a los criminales de este genocidio, habrá más, por lo tanto es importante que se condene este genocidio y cambiar estos pensamientos radicales, extremistas, que consideran que las mujeres no tienen ningún valor y las venden como mercancía”, afirmó Murad