Las personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) tienen un 7% menos de posibilidades que el resto de la población de conseguir un empleo y cuando trabajan ganan un 4% menos, informó este miércoles la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Esas cifras resultan del análisis de 46 estudios de revistas académicas que además ponen en evidencia que las personas LGTB se ven limitadas por un “techo de cristal” en sus carreras profesionales, indicó el informe “Miradas a la sociedad”, publicado por la organización.
El trabajo incluye por primera vez un capítulo dedicado a la comunidad LGTB, en el que la OCDE precisa que sus posibilidades de llegar a un puesto de alto directivo es un 11% inferior al resto.
Sobre la base de estudios realizados en más de una decena de países miembros para evaluar la discriminación en la contratación, se verificó que sus posibilidades de llegar a una entrevista de empleo son 1,5 inferiores cuando en su currículum señalan que trabajaron en un organismo vinculado a la comunidad LGTB o pertenecieron a una ONG que los defiende.
Los autores del informe señalaron que una investigación de 2012 de la Unión Europea reportó que más de la tercera parte de quienes se identificaron como LGTB dijeron haberse sentido discriminados por su orientación sexual o su identidad de género.
La OCDE explicó que en las encuestas de los institutos estadísticos de 14 de sus Estados miembros que incluyen preguntas sobre la identidad sexual, un 2,7 por ciento de las personas se declaran, en promedio, homosexuales, lesbianas o bisexuales, un porcentaje que creció 50 por ciento en siete años.
En una escala de 1 a 10 sobre la aceptación de la homosexualidad, España aparece como el séptimo país más tolerante de la OCDE con una nota de 6,6, por detrás de Islandia (8,3), Suecia (8,1), Holanda (7,6), Noruega (7,4), Dinamarca (7,3) y Suiza (6,8).
Al contrario, lejos del 5,1 de media, están Italia (3,3), Polonia (3,2), Corea del Sur (2,8), Estonia (2,8), Letonia (2,4), Lituania (2) y Turquía (1,5).
La OCDE insiste en que garantizar que las personas LGTB puedan manifestar su orientación sexual y su identidad de género abiertamente sin ser discriminadas o atacadas es en primer lugar “un derecho humano inalienable”, pero tiene también un interés económico.