El Fondo Monetario corrigió a la baja sus pronósticos de crecimiento global para 2019, pero espera una recuperación para 2020. Según el informe, la producción global crecería este año 3,3%, mientras que en enero se apunta a 3,5% y en octubre a 3,7%.
Las principales economías del mundo, Estados Unidos, China y la zona euro, crecerán este año menos que el anterior. En esa línea, las economías desarrolladas crecerían 1,8% mientras que las emergentes y en desarrollo lo harían al 4,4%. La expansión de América Latina sería del 1,4% con Brasil creciendo al 2,1% y Argentina contrayéndose 1,2%.
Sin embargo, en la segunda parte del año se observaría un mejor desempeño en la economía global, que según el organismo crearía las bases para un crecimiento del 3,6% en 2020.
Previsiones para Argentina
En su informe de Perspectivas de la Economía Mundial presentado hoy en Washington, previo a las reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial, el organismo mejoró levemente las expectativas de desempeño de la economía argentina. Si bien estimó que se contraerá 1,2% en 2019, en octubre había pronosticado una contracción del 1,6% del PIB. Además, para el 2020 espera una salida de la recesión, con un crecimiento del 2,2%.
Respecto de los precios, el FMI elevó las proyecciones de inflación en 10 puntos y la ubicó en 30,5% para este año, cuando para este mismo período había estimado en octubre una suba de precios del orden 20,2% interanual. En cuanto a la inflación de 2018, el organismo la fijó en 47,6%.
“Las expectativas de inflación continúan siendo elevadas en la medida de que Argentina se ajusta a un nuevo régimen de anclaje bajo un renovado marco monetario”, expresó el FMI.
Sobre el nivel de actividad, “se proyecta que la economía de Argentina se contraiga en el primer semestre de 2019 debido a que la demanda interna se desacelera, debido a las políticas más estrictas para reducir los desequilibrios, y volverá a crecer en el segundo semestre del año a medida que se recuperen el ingreso disponible real y la producción agrícola, después de la sequía del año pasado”, aseguró el informe.
Para el FMI, “los salarios nominales más altos y las expectativas de inflación crecientes generarán presiones inflacionarias más persistentes en 2019, respecto de las proyectadas en el WEO de octubre de 2018”. En tanto, el desempleo ascendería a 9,9% este año, del 9,2% estimado en 2018.
Asimismo, la entidad que conduce Christine Lagarde espera un déficit en la cuenta corriente de 2% para el 2019, que se profundizaría a 2,5% el año próximo.
El FMI advirtió que “los riesgos a la baja para la economía siguen siendo considerables”, y que su “materialización podría llevar a un cambio en las preferencias de los inversionistas en contra de los activos en pesos y presionar la moneda y la cuenta de capital argentina”.
En este contexto, el organismo consideró que “la implementación continua del plan de estabilización en el marco del programa de reforma económica apoyado por el FMI es crucial para apuntalar la confianza de los inversionistas y restaurar el crecimiento sostenible que eleva los estándares de vida de todos los segmentos de la sociedad”.
Con este fin, “cumplir con el objetivo de saldo fiscal primario de cero en 2019 y el 1% del PIB en 2020 es esencial para reducir las necesidades de financiamiento y evitar volver a encender las presiones de liquidez”, subrayó.
“El logro continuo de los objetivos monetarios será crucial para volver a anclar las expectativas de inflación y reconstruir la credibilidad del Banco Central”, apuntó el FMI.