De acuerdo con cifras de la Secretaría de Energía y de la Confederación de Entidades Comercializadoras de Hidrocarburos y Afines (Cecha), en marzo las ventas de gasoil G2 aumentaron 1,03%, mientras que las de nafta súper se incrementaron en un 5,89%.
Por el contrario, los productos premium de ambas variedades sufrieron en el tercer mes del año una retracción interanual del 10,13% en el gasoil y del 23,78% en la nafta, caídas que no fueron compensadas por los otros combustibles.
En el resumen trimestral de las ventas de combustibles, se repiten las tendencias ya que el gasoil G2 aumentó 4,86% y la nafta súper un 5,25%; en tanto el gasoil premium cayó 6,68% y la nafta premium un 24,13%, lo que refleja la retracción general del 2,13%.
Las cifras de febrero habían arrojado un leve repunte en la demanda de combustibles del 0,78%, lo que se explicaba por el alza interanual del gasoil como insumo para el agro.
Precisamente, fuentes del sector explicaron a Télam que “si bien marzo marca un 3,28% de caída de consumo en la estadística, ese valor no resulta mayor aún porque la campaña agrícola aún está empujando el repunte”.
“Pero en la mayoría de las estaciones de servicio la venta es fundamentalmente de naftas y diesel premium, que son lo combustibles que cargan los particulares y que son los que registran fuertes caídas desde mediados del año pasado”, agregaron.
Esta diferenciación permite evaluar que “el impacto de la recesión en el sector es mucho mayor, y explica que en marzo la caída puede llegar hasta el 20% en muchos establecimientos, en particular en los grandes centros urbanos en los que más se consumen los productos premium”.
En ese contexto, desde el sector estacionero se explica que “la migracion sostenida que se viene dando desde el segundo trimestre del año pasado, hacia la nafta súper y en menor medida hacia el gasoil G2, y la caída de consumo desde septiembre, están llevando a cada vez más puntos de venta al punto de equilibrio, es decir rentabilidad cero”.