Las esquirlas de la devaluación del peso respecto del dólar del lunes pasado siguen golpeando a distintos sectores de la economía, entre ellos, la construcción.

La actividad, que ya se había visto resentida este año, producto de la falta de crédito, sintió ahora el impacto a partir del aumento en el precio de algunos materiales, que alcanzaron subas de hasta un 30 por ciento. Además, los corralones retacearon la entrega de insumos a la espera de una definición respecto de los valores de venta.

“Hay muchos materiales que no se sabe qué precio tienen o no se despachan, fundamentalmente productos importados o que tienen un tipo de costo adicional, en el caso de la carpintería y los artefactos del hogar”, explicó Diego López de Murillas, presidente del Colegio de Arquitectos de Neuquén.

Por último, cabe destacar que esta situación se extiende a gran parte de nuestro país