Por Vito Amalfitano

@vitomundial
Nazareno Cruz y el Lobo es un recordado film argentino. Nazareno Solís fue el protagonista excluyente de la película en la que Aldosivi salió de “la cueva del Lobo” en la Superliga del fútbol argentino.
El equipo de Mar del Plata quebró una racha de 326 minutos sin convertir goles gracias a la repentización de Nazareno Solís, quien inventó una “bicicleta” al mejor estilo Saturno para provocar el tanto en contra de la apertura del marcador esta noche de lunes, en el Minella, ante Atlético Tucumán. Y el propio Nazareno le puso el sello a la primera victoria de Aldosivi en el torneo, más allá de la “yapa” del final con el gol de penal de Alan Ruíz. El triunfo que necesitaba como el agua para despegar del fondo del pozo.
Antes de aquellos dos primeros tantos no la pasó tan bien Aldosivi. No fue tan prolijo y ordenado como en otras oportunidades, y Atlético Tucumán gestó la situaciones más comprometidas en el primer tiempo. Una salvada providencial de Federico Gino sobre la línea de sentencia habría que computarla casi como el primer gol del equipo de Mar del Plata en el certamen. En esa primera etapa Gonzalo Verón no resolvió bien un par de oportunidades que se le presentaron.
El arquero Pocrnjic volvió a ser importante en los momentos más difíciles del primer tiempo y también en el segundo período ante un cabezazo de Melano, aunque luego tuvo una fallida salida que pudo haber provocado el descuento.
Esta vez Aldosivi tuvo la contundencia que le faltó en otras oportunidades. Aprovechó integralmente las situaciones que se le presentaron. Pero no la pasó tan bien antes ni después de la ráfaga de los dos tantos de Nazareno (más allá de que el primero fue en contra).
Perdió la prolijidad y el orden que fueron sus mínimas características en el comienzo del campeonato y, más allá del espejismo de los goles, no alcanzó la profundidad deseada a partir de cierto funcionamiento colectivo. Queda mucho por mejorar pero con un triunfo adentro se recupera la tranquilidad para esa construcción necesaria.