La semana pasada estaba todo encaminado para que se apruebe sin problemas las ordenanzas fiscal e impositiva y por ende la suba de las Tasas municipales en el Concejo Deliberante.
Sin embargo un cambio en la postura del radicalismo molestó al intendente Carlos Arroyo. Según indicaron fuentes del Ejecutivo, había una promesa de aprobar una suba del 37%. No obstante se realizaron modificaciones y el Concejo Deliberante terminó aprobando un incremento del 35%, según informó loquepasa.
A partir de eso cambió notoriamente la actitud del Ejecutivo. Apareció en escena el secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, quien realizó una recorrida por medios afines al gobierno comunal para criticar a todos y virtualmente hacer caer la votación en el deliberativo.
Finalmente el Concejo Deliberante no llamó a sesión de Mayores Contribuyentes (última paso para aumentar las Tasas) y ante ello el gobierno, como represalia a esa actitud, decidió no pagar los sueldos a los asesores de loa ediles.
Ayer se multiplicaron las reuniones pero no hubo acuerdo entre las partes. En tanto el presidente del Cuerpo, Guillermo Sáenz Saralegui, acusó a Mourelle de extorsionar a los concejales con un mensaje claro. O aprueban el incremento de Tasas o no cobran los asesores.
Sumado a todo el desorden reinante y para sorpresa de todos, el intendente Carlos Arroyo presentó una nota ayer por la tarde rechazando la nómina de personas que confeccionaron los concejales para la sesión de Mayores Contribuyentes y pidió que se tenga en cuenta la lista que el propio Ejecutivo presentó días atrás.
Por ahora la suba de Tasas quedó “trabada” por las disputas políticas dentro de Cambiemos las cuales parecen no tener solución. En el medio y como rehenes quedaron los asesores que todavía no pudieron cobrar sus sueldos.